La mañana siguiente me despierta el insistente sonido de las notificaciones que avisan que tengo varios mensajes de Laura y un número desconocido, froté mis ojos y aparté varios rizos de mi rostro, mi número era privado y me encontraba más que extraño que un número desconocido me texteara, no recordaba habérselo pasado a más nadie aparte de Laura, así que entré en el chats.
Número desconocido: Hola guapa >3
Yo: Hola, ¿Quien eres?
Número desconocido: Soy primo de Laura, un placer conocerte.
Yo: Muchas gracias, ¿cómo te llamas?
Número desconocido: Cruel.
Yo: ¿cruel? ¿Estás seguro de que tú acta de nacimiento registra tal nombre?
Número desconocido: No, pero alguien me ha llamado así una vez, lastima que esa persona ya murió, siempre sacaba apodos a todos.
Yo: Uwu, comprendo.
Número desconocido: Hablamos al rato, cuídate.
Pulsé un emojis y finalicé la conversación. Me parecía más que raro, pero la curiosidad me ganaba y hacía de mí lo que quería.
¿Cruel? Por qué una chica le había llamado "cruel" ¿es que acaso hacía cosas magníficas con su miembro? Mordí mi labio inferior y de solo pensarlo, ya tenía la boca echa agua y algo resbaló en mi entrepierna. Me gustaba perseguir chicos de tal clase; ocultos, misteriosos y frío como el hielo, porque ahí es donde más encuentras diversas emociones y un montón de sensaciones diferentes a la que cualquier chico popular podría provocar.
—Está buenísimo, puedes irte una noche con él.— dijo Laura al otro lado de la línea.
Me había llamado solo para confesarme que su primo se sentía atraído por mi.
—Sabía que algo tramabas tú.— respondí a carcajadas.— Vamos, envíame una foto tan siquiera, el parece ocupado y se ha desconectado dejándome en puras babas.— volví a decir a brincos.
—¡Es guapísimo, ya verás!
—Vale, ya veré.— respondí tan entusiasmada como ella.
Al cabo de un minuto el teléfono emitió su típico sonido y corrí a desbloquearlo y echar un vistazo al chats de Laura y yo, que se hacía cada vez más extenso, quedé boquiabierta con el tipo que había captado dicha cámara y que ahora era una fotografía inmóvil que ya había capturado lo mejor: un puro macho.
Tenía el cabello recorrido hacia atrás, sin nada de ondas, nariz perfilada, y unos labios carnosos y rojos, que de inmediato enviaron una ola de calor a mi vagina, haciéndome imaginar cosas con alguien que apenas había hablado hace diez minutos. Pero lo que en realidad me dejó perpleja no fue su cabello, ni su nariz, tampoco sus labios, fue, más bien, sus ojos y el color tan aterrador que tenían; Había uno negro como una noche en que la luz abandona la ciudad y jamás puedes ver hasta que ella no llega, y, otro color gris, como puro cristal, jamás había visto a alguien así, aunque si había escuchado que existían personas con distintos colores en sus ojos. Qué genética más extraña pero hermosa. Esto no era digno de tenerlo todo el mundo.
Se me escapó un suspiro y de pronto me sentí fría.
A pesar de lo atractivo que era, algo en él, también gritaba peligro y mandaba cientos de alertas a mi cuerpo.
No podía despegar mi mirada de la suya, que aunque estaba tras una fotografía, parecía real. Apostaba a que su cuerpo era sometido a una series de ejercicios a diario, pues tenía unos músculos que amenazaban con romper la camiseta que llevaba puesta, sus labios estaban cerrado, impidiendo ver su sonrisa, pero le juré a no sé quién que debía ser muy sexi, es que todo él lo era. Lo gritaba de echo.
Luego de analizar y ver detenidamente la foto, le tecleé algo a Laura y comenzamos hablar solo de su primo.
Yo: ¡Pero que bueno está! Tienes que presentármelo.
Laura: ¿Vez? ¡Te lo dije! Sabía que iba a gustarte, tengo el día perfecto para presentártelo.
Yo: Día y hora, solo informa y allí nos vemos.
Laura: El 31 de este mes, en la fiesta de halloween, ¡Debemos comprar el disfraz!
Yo: ¡Si! Me parece bien.
Terminamos de hablar y luego volví a pulsar la foto.
<<¿Tú que tienes detrás de esa mirada, eh?>> me pregunté a mi misma, pero la respuesta sólo la obtendría conociéndole a él, personalmente.
Mordí mi labio inferior y sonreí, salté de la cama y con más ánimo que nunca, me dispuse a maquillar mi rostro, después de todo, también el día se vestía bonito.

ESTÁS LEYENDO
Herida
Mystery / ThrillerCristina Wiltom lo sabía todo. Fue herida como las demás, pero se había llevado todo lo que sabía a la tumba, dejando en manos de Sophia clein, un inquietante, desesperante y terrorífico misterio que resolver. Sin pruebas era imposible confirmar y c...