—Han pasado unos cinco años desde aquel suceso...— Jules tragó saliva y continuó.— dicen que allí no todos murieron.—Pero el reporte policiaco dice lo contrario.
—Obvio, no van a decir la verdad para evitar que el pueblo se altere o se funda en el miedo y jamás salgan de sus casas, no les conviene que suceda eso.— respondió mirándome fijamente.
—¿Y sabes quienes fueron los sobrevivientes?— pregunté interesándome aún más el tema.
—Nadie lo sabe, pero si se habla de que solo uno sobrevivió y fue un chico, le tienen en un centro psiquiátrico encerrado, era un psicópata y cargaba con más de tres trastornos.— dijo, observando a todos lados como si lo que acababa de decir era uno de los secretos más aterradores que nadie jamás podía describir y a decir verdad... no era menos de ahí, si que era aterrador.
Tan solo tenía tres meses viviendo en un pequeño pueblo de Londres y ya había conocido a una buena cantidad de compañeros en la facultad que quedaba a tan sólo unos minutos del pueblo, andaban rumores, todos hablaban de una tal Sophia clein que luchó contra un asesino, le persiguió al junto de su prima Geydi y dieron con el paradero del culpable de asesinar a varias chicas del pueblo, pero algo pasó.
Algo se salió de sus manos.
Algo muy malo sucedió... Sophia y su prima murieron a balazos y varias puñaladas, aunque a Sophia le quedaba poca vida, pues había visto en los periódicos las horrendas imágenes captadas en el momento en que Sophia salía de la casa abandona donde estuvo secuestrada, con un metal traspasado desde su espalda hasta su estómago, él mismo que luego se clavó en su prima Geydi tras correr hacia ella y abrazarle, pero alguien salió tras su espalda y le disparó unas veces hasta conseguir que ambas terminasen de morir. Qué trágico.
—¿Por qué llegaron hasta ahí?— dejé mostrar mi confundido rostro.— ¿Por qué asesinaron esas chicas? Fue tan cruel...
—Liza, eres muy curiosa, tanto como la difunta Sophia.— acercó sus labios y me susurró al oído:—Créeme que esa fue su peor desventaja y acercamiento a su muerte.— y sé machó a su aula correspondida.
Respiré profundo y decidí ignorar mis curiosidades acerca de aquellas muertes tan espantosas y aterradoras.
Luego de tomar asiento y sacar mis libretas para repasar los temas que había dejado la maestra de laboratorio, un papel empuñado y arrugado aterrizó en mi mesa, rápidamente giré mi cabeza hacia atrás y me topé con la mirada divertida de Laura, la chica más simpática del aula, por su sonrisa supuse que el papel me lo había arrojado ella, así que con más entusiasmo lo desdoblé.
Al desdoblarlo leí un número de teléfono y al lado contenía lo siguiente: Escríbeme siempre que quieras, con gusto: Lau. Sonríe e inmediatamente le agregué en mi agenda.
Era una chica muy dulce y social, de seguro tenía algo planeado para este fin de semana, siempre se le ocurría algo. Me emocioné muchísimo al tenerle en una de mis redes sociales, me gustaba ir a nuevos sitios, y conocer más personas aunque a mamá le fuera mal tal idea, a mi me gustaba, pero... ¿para donde planeaba invitarme Laura?
¿Que sería esta vez?
Nota del autor:
Nos volvemos a ver por aquí con una segunda parte de esta historia titulada "Herida" y ahora en su segunda parte "Cruel", solo espero que les guste y se queden conmigo hasta el final. Les amo, gracias por leer, por sus votos y comentarios.♥️
~ Julio Martínez
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Herida
Misterio / SuspensoCristina Wiltom lo sabía todo. Fue herida como las demás, pero se había llevado todo lo que sabía a la tumba, dejando en manos de Sophia clein, un inquietante, desesperante y terrorífico misterio que resolver. Sin pruebas era imposible confirmar y c...