Capítulo 15

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Había pasado la semana que la prensa nos hizo encerrarnos en casa, decían que no debíamos salir en horas nocturnas y que todo los quehaceres debíamos cumplirlos mediante el día, antes del anochecer, y era absurdo, pues no existía hora específica para cualquier evento homicida, aunque a decir verdad, todo lo malo se esconde en la oscuridad, esa es su guarida, esa es su naturaleza: oscuridad y tinieblas. Allí viven, pero su apariencia es la de un ángel, parecen luz cuando en realidad no son más que tinieblas y también les gusta moral en la luz para si captar los movimientos de su presa y, luego, atrapar.

Habían pocos estudiantes, pero suficientes para llenar el largo pasillo.

Todo era como lo esperaba: miradas acusatorias y de reproche, susurros bajos, pero podía oírlos claramente, era esa su intención y me hacía enfurecer que aún estando claro de lo sucedido, continuaran juzgando y acusando, como si ellos estuvieran fuera de pecados.

—La gente es muy mierda, ¿sabes?— dijo Geydi a mi lado, observando un grupo de chicas que no paraban de criticar y señalarnos.— solo saben levantar el dedo para acusar y no se centran en dejar de repetir sus errores.

—Son humanos por naturaleza, pero parecen ser lo contrario.

Una de las chicas que estaban al fondo del aula, susurró algo a otra chica y miró en nuestra dirección.

Geydi se levantó y se dirigió hasta donde estaban.

—¿¡Que vas hacer!?— intenté tirar de ella para detenerla sin éxito alguno.

—¡Dime lo que acabas de decir, zorra!— gritó a una de las chicas.

Se escuchó un "WuW" en él aula, al instante en que Geydi le gritó a génesis. La chica tragó saliva y en sus ojos noté el miedo que le había generado Geydi. —Déjala, no tiene sentido.— Sostuve suavemente su brazo para alejarla y hacerla evitar cualquier enfrentamiento, pero me apartó bruscamente.

—¡Qué tu estúpida amiga es la culpable de que Mela ya no esté, imbéciles!— elevó su voz y varios chicos estaban sorprendidos y otros se agrupaban en las ventanas a observar.

La mano de Geydi voló y se estalló fuertemente sobre la mejilla de génesis, provocando un sonido en todo el aula, todos gritaron al momento en que la impulsividad se apoderó de ella, e inmediatamente, ambas chicas llevaron sus manos a la greña y comenzaron a jalarse bruscamente, mientras que los demás sacaban sus móviles para comenzar a grabar, intenté jalar a Geydi pero era imposible, estaba encima de la chica y la abofeteaba fuertemente, hasta que otra chica tomó su cabello y comenzó acertar golpes a su cabeza, la rabia corrió por mis venas y en un acto rápido, la alejé de Geydi y comencé a golpearla.

Estaba furiosa y la ira me había cegado por completo la visión.

Las sillas hacían un ruido estruendoso.

Comencé a patear la chica en su panza, hasta que escupió sangre, deje de golpearla y comencé a temblar a causa de los nervios, la chica no dejaba de escupir sangre, como si a causa de mis patadas le hubiese roto todo por dentro, y me asustaba. Temía que fuera a morir, y por las miradas que se clavaban sobre mi, supuse que acabaría perdiendo la vida.

"No más, por favor no una más" repetía mentalmente, no quería ir a la cárcel.

Llegaron unos maestros y detuvieron el escándalo que allí se había formado, retrocedí unos pasos y busqué a Geydi con la mirada, cuando le encontré un chico la sostenía por los brazos mientras que génesis estaba a una distancia considerada, tenía su labio inferior partido y la cara llena de rasguños y moretones que Geydi había dejado y me asusté. Mi corazón latía fuertemente, haciendo doler mi pecho, la chica que había golpeado se retorcía en el suelo y había formado un charco de sangre a su lado, todos la observaban con cierta expresión de horror en su rostros, incluso los maestros se habían detenido a observar, el pánico había inmovilizado todo el que allí estaba.

HeridaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora