Capítulo 2

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Siento haber tardado tanto en publicar el segundo capítulo pero la verdad es que no tengo acabado este segundo libro y no quiero publicar todos los capítulos que tengo terminados sin tener el final de este segundo libro, la idea la tengo solo que me tengo que poner a redactar todo

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Sam

Viernes...

Estoy en el avión con mis cascos sin dejar que nada me moleste, solo observo por la ventana del avión y no puedo evitar que caigan algunas lágrimas por mis mejillas

Llevo puesta una de las sudaderas que me dio Leo... No puedo dejar de pensar en el daño que le voy a causar cuando termine con él.

No me pienso cruzar con nadie, ni con ellos ni con conocidos suyos, si es así, estoy perdida. No le he avisado a nadie así que espero que no sospechen nada.

Lo único que llevo en la maleta son cajas para guardar las cosas y que después se las lleven los de la mudanza.

Tras aterrizar pido un taxi que me lleve hasta el edificio. Antes de salir del taxi observo si hay alguien conocido.

Al entrar voy a los ascensores por los que nunca subimos y me monto en uno de ellos. Por suerte nadie se sube en él y me lleva directamente a mi planta.

Creo que este momento es el más complicado de todos, y más siendo Clara mi vecina. Tengo que ser rápida para no cruzarme con ella.

Comienzo a andar rápido por el pasillo con las llaves en la mano preparadas para introducirlas en la cerradura. En cuanto llego a la puerta meto la llave pero se atasca y vigilo de que nadie suba en el ascensor ni esté por los pasillos.

Cuando consigo abrir la puerta la cierro en cuanto entro y suspiro de alivio. No quiero dar explicaciones ahora mismo.

Dos minutos después escuchó a través de la puerta a gente reirse y doy gracias por haber sido rápida entrando.

- Bien, pues recojamos todas las cosas- digo en un tono bajito.

Me pongo frente al armario para recoger mucha ropa de la que está ahí. Al abrirlo veo varias sudaderas de Leo...

- Todavía huelen a él- digo llevándome una de las mangas a la cara.

Mientras recojo algunas cosas del baño encuentro un mini frasco de la colonia de Leo, la dejó ahí para alguna vez que se quedara a dormir y así no tener que bajar a su piso.

Decido meterla en la maleta y esconderla para así cuando extrañe su olor solo tendré que echarlo en las sudaderas y ponérmelas y así le recordaré.

***

Los camiones de la mudanza ya se han llevado las cajas, el piso está vacío en cuanto a mis cosas, solo quedan los muebles. Se hace algo vacia sin las fotos o mis cosas tiradas por toda la casa.

- Voy a echar de menos estar aquí.

Agarro mi maleta y cierro la puerta, vuelvo a tener mucho cuidado mientras me voy. Se que el taxi me está esperando en la puerta del edificio así que bajo lo más rápido que puedo y entro en el taxi.

El viaje se me hace un poco largo ya que la última vez que recorrí este camino fue con Leo abrazándome y pensando que iba a volver. Si he vuelto pero no para quedarme...

***

Estoy sentada esperando a poder embarcar en el avión cuando escucho que alguien me llama, rezo porque sea mi cabeza engañándome y que de verdad no haya nadie.

- ¡Sam!

Giro mi cabeza hacia todos los lados discretamente para asegurarme de que no hay nadie conocido cerca pero para mi sorpresa hay dos personas conocidas.

- Mierda- digo por lo bajito cuando veo a Lisa y a Karol.

Se sientan a mi lado.

- Pensaba que estabas en Miami- agacho la cabeza al escuchar esas palabras salir de la boca de Karol.

- Estaba- confieso.

- Pero si has vuelto ¿por qué estás aquí? digo esta parte es para la gente que va a otro lado no para las llegadas- dice Lisa.

- Lo sé- respiro hondo- os puedo pedir una cosa- las dos asienten- no les digáis que me habéis visto, os lo pido por favor- me miran confusas.

- ¿A pasado algo?- pregunta Karol.

- No voy a volver a Los Ángeles- intento contener mis lágrimas pero una se desliza por mi mejilla.

Ambas se sorprenden.

- Cuando llegué a Miami mis padres me dijeron que volvíamos a España, les pedí poder volver pero me dijeron que no...

- ¿Leo lo sabe?- niego con la cabeza- ¿Qué vas a hacer con eso entonces?

- Lo dejaré cuando llegue a España, se que es capaz de ir a Miami para hablar conmigo, será lo mejor- tomo aire y continuo- cuando llegue les llamaré y les contaré todo, pero por favor hasta ese momento no digáis nada, os lo suplico.

- Tranquila, no diremos nada.

- Lisa, se que se te hará complicado al estar saliendo con Ethan pero por favor se que si se lo dices, él se lo dirá a Álvaro y Álvaro a Leo, por favor, te lo suplico- ella asiente y me asegura de que no va a decir nada-. Muchas gracias chicas.

Al segundo avisan que los pasajeros que vamos al avión en dirección a Miami ya tenemos que embarcar así que me despido rápidamente y me dirijo hacia la puerta de embarque.

¿Y Si Tienen Razón? #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora