Sam
Tras dejar todas las maletas en casa y organizar un poco todo me pongo a pensar en la mejor manera de avisar que he vuelto.
Decido bajar al piso de Marco y al encontrarme frente a su puerta por un momento dudo en llamar. Creo que temo que Leo esté ahí dentro junto a él y aún no estar realmente preparada para verlo.
— Venga Sam, quién no arriesga no gana— me digo a mi misma antes de llamar a la puerta.
— ¿Sam?— se sorprende al verme.
— ¿Puedo pasar?— asiente y me deja entrar.
— ¿Cómo es que estás aquí?
— Me he escapado de casa— confieso.
Marco pone una cara de asombro y de algo de orgullo.
— ¿Lo sabe Leo?— niego con la cabeza.
Y la cara que tenía se torna en algo parecido a decepción.
— Lo siento por aparecerme así, pero necesitaba salir de casa.
— ¿Quién sabe que estás aquí?
Dice dejándose caer en el sofá.
— Los únicos que lo saben son Lisa, Ethan y Álvaro.
— Sam, necesito que respondas sinceramente— yo asiento—. ¿Por qué dejas que tus padres te alejen de todo?
Mi cara de sorpresa es innegable, aunque la verdad, nadie me había hecho esa pregunta antes, ni siquiera yo misma.
— No lo sé, supongo que tiene que ser así.
— En base a mi experiencia, te digo que unos padres tienen que apoyar a sus hijos en todas las decisiones que tomen, tanto en las buenas como en las malas, sobre todo si es un tema sobre el que les hace felices— le presto cada vez más atención—. No creo que tus padres lo hayan hecho mal, ellos pensaban que era lo mejor, pero se les olvidó una parte muy importante, que las personas cambian, y más sus opiniones, por eso es importante preguntar cada cierto tiempo sobre el mismo tema, En tan solo unas semanas la misma persona puede tener opiniones distintas y no contar con esas distintas opiniones es un error, y menos asumir que la persona que crees saber lo que piensa ha estado mucho tiempo separada de tí, puede que algo en ella haya cambiado y no opine igual.
Coge aire antes de continuar.
— El problema de tus padres fue no contar con tu opinión, en sí si que contaron con ella pero no de la forma correcta, te deberían haber preguntado antes por si en este último año habías cambiado, al menos un poquito.
La facilidad con que suelta las palabras, lo naturales que le salen y la razón que tiene al decir eso... me hace sentir aliviada, sabiendo que alguien entiende, que alguien sabe lo que es pasar por algo así.
— Mis padres nunca estuvieron de acuerdo conmigo según a lo que me quería dedicar, pero aún así siempre los he tenido apoyándome en todo, o aunque sea desde lejos. Eso es lo que deberían hacer tus padres, respetar tus decisiones.
En un momento no pienso lo que hago y lo único que hago es abrazarlo. Él me abraza y siento que al fin alguien me entiende.
— Mis padres se enfadaron mucho cuando se enteraron de todo esto pero al final lo acabaron aceptando. Seguro que contigo pasa lo mismo, ya lo verás Sam.
— ¿Cómo es posible que sepas que decir?— digo mirándolo confusa.
— Las personas pueden pasar por situaciones similares y hay que escuchar para entender y seleccionar las palabras adecuadas para decir.
He de decir que Marco y yo hemos hablado de vez en cuando pero no mucho, he de decir que escucharlo decir eso me anima bastante, aunque se que puede que mis padres no lo acaben aceptando.
ESTÁS LEYENDO
¿Y Si Tienen Razón? #2
Teen FictionSam no se esperaba la noticia que le darían sus padres al llegar a Miami tras el año que ha pasado en Los Ángeles. No sabe a lo que se va a tener que enfrentar este nuevo curso que comienza pero sabe que no va a ser fácil, y más sin el apoyo de sus...