Capítulo 17

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Sam

Me encuentro otra vez frente a la puerta de Axel y Leo pero como las anteriores ochenta veces que he estado ahí salgo corriendo hacia mi casa sin poder llamar y hablar con ellos.

Cuando el ascensor se cierra, con mi espalda pegada a la pared, me deslizo hasta quedarme sentada en el suelo con las manos en la cabeza.

- No puedo hacerlo, no puedo- me digo a mi misma.

***

Leo

- Voy a ir a mirar algunos móviles, en un rato vuelvo- aviso a Axel.

- ¿Has decidido salir?- dice sorprendido.

- Sí, y también comprarme un teléfono nuevo.

Se que es raro que decida salir por mi cuenta, sin que nadie me arrastre de casa o sin que sea para ir a trabajar, pero necesito tener algo para entretenerme y no estar todo el día con el ordenador, mirando por la ventana o al techo, lamentándome de mi existencia.

- De acuerdo, como quieras.

En cuanto salgo por la puerta un olor conocido se cuela por mi nariz.

- Es el olor de Sam...- digo en un susurro-. Dejate de tonterías, ella está en España- me digo a mi mismo para centrarme.

Conforme voy avanzando por el pasillo ese olor se hace cada vez más y más intenso, como si tan solo hubieran pasado unos segundos desde que ella habría pasado por aquí.

Una vez dentro del ascensor me apoyo en la pared y echo la cabeza hacia atrás hasta que esta pega contra la pared. Cierro los ojos intentando aceptar que el olor es producto de mi imaginación.

***

Sam

- Llevas intentándolo días- dice Lisa llevándose un trozo de chocolate a la boca.

- Lo sé, pero no puedo, me da miedo.

- Sam, es Leo, no te va a hacer nada- dice Álvaro convencido.

- Lo sé... pero es pararme frente a la puerta y toda mi valentía se desvanece.

- Tienes que hablar con él, por lo menos antes de que se entere, has tenido mucha suerte de que no se enterara en estos días- me recuerda Lisa.

- Sí, la he tenido y se que tengo que acabar con este sufrimiento lo antes posible, pero no puedo.

- Vas a hacer una cosa- me dice Lisa-. Vas a salir por esa puerta y vas a ir directa ahí y nosotros te estaremos esperando desde donde el ascensor, así nos aseguraremos de que no te vas a ir y si quieres también te puede servir de apoyo emocional.

Tiene sentido lo que dice, pero tienen toda la razón, tengo que ir y enfrentarlo.

- Voy a ir- digo poniéndome en pie, ahora.

Nada más decirlo agarro mis cosas y me dirijo hacia el ascensor.

No tardo mucho tiempo en volver a estar frente a su puerta pero esta vez llamo al timbre. Durante unos segundos pienso que no hay nadie y justo cuando estoy a punto de irme escucho la puerta.

- ¡Sam!- la cara de Axel es de felicidad al verme.

- ¿Puedo pasar?- digo tímidamente.

- Sí, claro- me deja pasar-. ¿No estabas en España?

- Me he escapado de casa- confieso por decima vez en estos días.

- Espera ¿¡qué!?

Abre los ojos como platos.

- ¿Hace cuanto que has vuelto?

- Hace casi una semana...- Axel abre la boca para decir algo pero no le dejo-. He estado muchas veces estos días frente a la puerta, pensando en llamar, pero tenía miedo.

- Sabes que no hay ningún problema, lo entendemos.

- Quiero hablar con Leo pero me da miedo joder.

- Leo está deseando hablar contigo.

- ¿Está él aquí?- pregunto mirando por el pasillo.

- No, has venido justo en el momento que él no estaba, se ha ido hace un rato.

El miedo se empieza a apoderar de mí, mi corazón empieza a latir rápidamente.

- Sabes qué, creo que ha sido mal momento para aparecer, igual mejor me voy.

Digo avanzando hacia la puerta.

- No, espera, no te vayas, Leo se va a alegrar de verte- dice agarrándome del brazo.

- No estamos seguros de eso.

- Lo más seguro es que llegue enseguida, espera un poco. No has viajado hasta aquí para nada.

- Lo siento, pero me voy, no puedo.

Cada segundo que paso aquí mi corazón se acelera más y más, necesito irme de aquí, lo necesito ya.

Consigo deshacerme de su agarre y salgo por la puerta, corro hasta el ascensor y cuando ya me alejo Axel cierra la puerta de casa.

Siento un alivio cuando me meto en el ascensor y se cierran las puertas. Siento que puedo respirar tranquila.

***

Leo

Al salir del ascensor me viene otra vez ese olor y esta vez es más intenso que cuando me he marchado y eso que ha sido hace horas.

Camino por el pasillo jugando con las llaves intentando distraerme para no pensar en ese olor, en el olor de Sam.

- Hola- digo en cuanto entro en casa.

El olor es muchísimo más intenso aquí dentro...

- Leo- Axel se acerca a mí super rápido-. Me va a matar por decírtelo, pero es un riesgo que tengo que correr.

No entiendo nada de lo que dice.

Lo miro un poco confuso y asustado.

- Sam ha estado aquí, llegas ha aparecer un minuto antes y te cruzas con ella por el pasillo.

Espera... Sam... ¿Está en Los Ángeles? No entiendo nada. ¿Qué coño está pasando?

Mi cara de confusión se lo dice todo.

- Explícamelo- le pido.

- Sam ha venido y quería hablar contigo, ha estado aquí en casa y parece ser que más de un día ha estado frente a la puerta a punto de llamar, pero nunca se ha atrevido. Apareces un minuto antes y te la cruzas.

Para cuando me doy cuenta ya estoy corriendo por el pasillo hacia el ascensor. Por suerte ha pasado tan poco tiempo que el ascensor sigue aquí.

Me apresuro a meterme dentro y a presionar el piso correcto.

No me puedo creer que ella esté aquí, eso es imposible, esto tiene que ser una alucinación, necesito ir a comprobarlo.

El tiempo que paso en el ascensor se me hace eterno, pero en cuanto salgo de él, no dudo en ir lo más rápido que puedo hacia su puerta y sin pensarlo, toco el timbre.

Cuando la veo abrir la puerta me quedo sin aire y paralizado.

¿Y Si Tienen Razón? #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora