¿Y Si Tienen Razón? #2

Capítulo 3

Sam

Tras dos semanas vuelvo a estar metiendo maletas en un coche, apunto de dejar una ciudad para volver a mi antigua casa. Veo venir a mis amigas a lo lejos. Me despedí de ellas ayer y les supliqué que no vinieran pero les ha dado igual.

— Os pedí que no vinierais— las lágrimas se empiezan a acumular en mis ojos y resisto por no llorar.

— Necesitábamos verte una última vez— dice Emma que parece estar a punto de llorar. 

Ayer ya lloramos suficiente y no quiero seguir llorando, lo paso muy mal en las despedidas, prefiero irme sin despedirme, escabullirme de todo, sin que nadie sepa nada de mí.

— Os dije ayer que no vinierais... Era suficiente con lo de ayer— Olivia niega con la cabeza.

— Necesitábamos darte un último abrazo— las lágrimas empiezan a caer en nuestros rostros, sin cesar.

— Nunca nos olvides, por favor— pide Sophia.

— Nunca os voy a olvidar— las abrazo y tras separarme me dan un toque en el hombro y me señalan con la cabeza detrás de mí.

Al girarme veo a Kevin, tiene las manos metidas en los bolsillos del pantalón, está parado mirándome. Me atrevo a acercarme.

— Hace casi un año que nos despedimos pensando que este año ibas a estar aquí— comienza a hablar.

— Lo sé, yo también lo pensaba— cojo aire— yo pensaba que solo podía haber dos opciones, que me pudiera volver a Los Ángeles o que me quedara aquí en Miami, nunca me habría imaginado que cuando llegara me volvería a España— digo dirigiendo mi mirada hacia mis pies.

— Supongo que las cosas deben de ser así, piensa que por lo menos vas a volver a ver a tu familia— asiento— a tus amigas, y todo lo que te gusta de allí, después de seis años lo vas a volver a ver.

— Sí, pero es no quiere decir que no me quiten las cosas que he conseguido aquí, las amistades y todo lo que me gusta de este sitio.

Lo abrazo antes de que pueda decir una sola palabra más. Mis amigas se acercan a donde estamos.

— Supongo que este es un adiós más largo de lo esperado... Un adiós que no se sabe cuando nos volveremos a ver, un adiós que va a pasar mucho más tiempo de lo esperado...

— Sí, pero sabes que aquí nos tienes para todo— dice Olivia.

Mis padres y mi hermana salen de la casa.

— ¡Sam, vamos!— grita mi madre—. No queremos perder el avión.

Les doy un último abrazo a todos y me dirijo a montarme en el coche para ir al dichoso aeropuerto.

***

No es que no tenga ganas de volver a ver a mi familia, ni de abrazar a mis amigas, pero no me hace especialmente ilusión volver, mis amigas están separadas, mi familia no sé como será ahora y yo lo único que quiero es volver a Los Ángeles...

— ¿Quieres algo?— me pregunta mi hermana y yo niego con la cabeza.

Se perfectamente que la azafata está a punto de pasar con el carrito de comida, pero sinceramente no tengo nada de hambre, prefiero seguir durmiendo.

Son diez horas de avión hasta Madrid y luego otra más hasta Navarra... Esto va a ser largo y va a dar que pensar.

En lo único que puedo pensar es en como les voy a decir que no voy a volver a Los Ángeles, como voy a cortar con Leo, se que debo hacerlo, pero se me va a hacer duro, se que son capaces de hacer cualquier cosa para que yo vuelva, pero eso por desgracia no va a ser así, como la otra vez, mis padres no me dejarán ir a velos, a nadie, volveré a a estar atada a mis padres y a sus ordenes y sé que no me dejarán viajar allí.

***

No me puedo creer que tan solo este a unos minutos en coche de volver a estar en mi cuarto.

Me trae recuerdos todo lo que veo por la ventanilla, recuerdo aquél día en el que iba a coger el avión para marcharme y ahora estoy volviendo, lo que siempre había querido, pero ya no es lo que quiero.

La gente me podría llamar caprichosa o decir que solo quiero lo que no tengo, pero no es así, yo vivía aquí, conocí otra forma de vida y otro lugar que no me llenó, me mudé un año sola y conocí a gente y una ciudad nueva que me enamoró. Eso me llenó y solo pensar que puede que no vuelva porque mis padres no quieren que me vaya me duele, me quema, tengo que volver a dejar otra vida en la que he estado genial para volver a un sitio en el que no he estado desde hace seis años.

Las cosas han cambiado.