¿Y Si Tienen Razón? #2

Capítulo 13

Sam

(Dos semanas después)

No me puedo creer que me vaya a ir de casa... Creo que es lo que debo de hacer, lo que debo y quiero, se que no está bien pero quiero hacerlo, lo necesito. Es hora de tomar las riendas de mi vida, tengo que decidir lo que sea mejor para mí...

Intento convencerme, con bastante éxito, de que lo que hago está bien y que no va a pasar nada malo.

— Nos vemos dentro de una semana, chao— me despido de mis padres antes de salir por la puerta de casa.

Ahora comienza la verdadera escapada, en cuanto lleguemos al aeropuerto y yo me vaya todo tendrá que seguir su curso, deberá volver a la normalidad, ellos lo único que tienen que hacer es irse de vacaciones para que no los vean mis padres. Tendré siete días de tranquilidad antes de que se forme un escándalo. Tendré que pensar que les voy a decir y que voy a hacer, tanto con mis padres como con el resto.

Se que me arriesgo a que Leo no me quiera ver, se que puede estar muy dolido y más sabiendo que ni le he enviado ni me ha enviado ningún mensaje durante este més.

Es increíble que haya pasado algo más de un mes, me ha parecido una eternidad.

— Hola— saludo al subir al coche.

— ¿Lista?— me pregunta Mikel antes de arrancar.

— Nunca antes había estado tan lista para algo— confieso.

Mikel arranca el coche y aunque no es muy largo el viaje, se me hace un poquito largo.

Se que Lucía no quiere que me vaya, por lo menos no ahora, pero sabe que es lo que necesito, sabe que es lo que quiero.

Al bajar del coche no me puedo creer lo que estoy a punto de hacer.

Antes de entrar al aeropuerto los abrazo a los dos hasta casi dejarlos sin respiración.

— ¿Estás segura de lo que vas a hacer?— asiento—. Recuerda que tienes una semana para volver si algo no sale como esperabas o no quieres estar allí.

— Dudo que suceda eso.

— Te echaré de menos— dice con lágrimas en los ojos—. No me puedo creer que justo cuando vuelves a mi lado, te vuelvas a ir...

— Creo que ninguna nos esperábamos esto— me giro hacia Mikel—. Cuídamela, no dejes que le pase nada. Me ha gustado conocerte, gracias por estar a su lado.

— Ha sido un placer conocerte en persona, y, tranquila, la cuidaré.

Los abrazo una última vez antes de adentrarme en el pequeño aeropuerto.