Sam
Pensaba que este reencuentro iba a ser mucho peor, me he preocupado por nada, soy gilipollas.
— ¿Y ahora qué quieres hacer?— me pregunta Leo
— ¿Si vemos una película? Es que estoy algo cansada
Leo acepta y nos sentamos en el sofá a ver la película. Durante todo el rato no nos paramos de molestar mutuamente, temía que nada fuera así.
Al acabar la película estoy con mis dedos enredados en su rebelde pelo, él esta tumbado encima mío dormido.
El sonido de mi teléfono indicando que me ha llegado un mensaje me asusta un poco.
Lucía: ¿Qué tal va todo? Se que igual no quieres recordarlo, pero tus padres lo más seguro te llamen, mañana es tu último día para volver, te va a tocar enfrentarte a ellos.
Yo: Lo sé, no me apetece pero tengo que hacerlo, por mí, por él, por nosotros, por mí felicidad. Es lo que toca.
Lucía: Lo entiendo, te echaré de menos.
Yo: Y yo a ti
Al estirarme para dejar el teléfono Leo se despierta y de seguido me mira como si me fuera a esfumar.
— ¿Pasa algo?— pregunto algo confusa.
— Pensaba que todo había sido un sueño, no quería que al despertar no estuvieras, ya te me has ido una vez.
— Y no lo volveré ha hacer, a menos de que me arrastren.
Me levanto y camino hacia la cocina.
— ¿Cómo es que tus padres aún no saben que estás aquí?
— Les dije que me iba de vacaciones con Lucía una semana entera, se piensan que estoy en alguna parte de España con ella— digo mientras preparo todo para hacer la cena.
— ¿Cómo coño se te ocurrió eso?
— La verdad, no lo tengo claro, un día hable con Álvaro, y al día siguiente hablé con ella para que me ayudara.
Me abraza por la cintura desde atrás.
— Tendré que agradecerle a Álvaro que te llamara entonces.
— Sí, a él y a Axel...
— ¿Hablaste con él?— dice sorprendido.
— Sí, quería saber como estabas y no vi otro modo, me dijeron que estabas mal y no te quería joder más.
— Bueno, tampoco es que tuviera móvil para comunicarme.
— Lo siento, enserio.
— No fue tu culpa, lo tiré porque quise, porque estaba enfadado con tus padres por arrastrarte tan lejos de mí.
No puedo dejar de pensar en lo que me ha dicho Lucía, mañana es el día en el que me voy a tener que enfrentar a ellos, no voy a poder evitarlo más.
Disimulo todo lo que puedo para que Leo no note que estoy algo distraída, no quiero que se preocupe.
Tras estar un rato más sentados en el sofá hablando él se levanta a la vez que mira su reloj.
— Creo que ya me tengo que ir...
Me levanto y me pongo frente a él.
— ¿Seguro que te tienes que ir ya?— él asiente— ¿No... no prefieres quedarte aquí?
— Mañana me tengo que despertar temprano y no te quiero molestar, pero te prometo que otro día me quedo— dice mientras agarra mi cara entre sus manos.
Dios mío, me encanta que haga eso.
Me besa suavemente. Lo acompaño hasta la puerta, pasa un brazo por mi cintura y me pega a él, me vuelve a besar antes de desaparecer por el pasillo.
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¿Y Si Tienen Razón? #2
Dla nastolatkówSam no se esperaba la noticia que le darían sus padres al llegar a Miami tras el año que ha pasado en Los Ángeles. No sabe a lo que se va a tener que enfrentar este nuevo curso que comienza pero sabe que no va a ser fácil, y más sin el apoyo de sus...