Capítulo 54

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Sam

— Llámanos en cuanto llegues allí— dice mi madre y yo simplemente asiento—. Ten cuidado y se feliz allí.

— Lo tendré mamá.

— Mi niña pequeña...— dice mi padre antes de darme un último abrazo.

— Papá tengo veinte años, no soy tan pequeña...— digo a la vez que pongo los ojos en blanco.

Cuando me separo de él mi madre me coge de las manos y me obliga a mirarla a los ojos.

— Sam, se que no me parecía bien la idea de que te quedaras en otro país sola, con tan solo veinte años, pero creo que es hora de que lo acepte y espero que seas muy feliz, que te cuides y que vengas a visitarnos de vez en cuando— mientras habla, lágrimas se desprenden de sus ojos y el ver eso hace que mis ojos se inunden.

— Creo que va a ser mejor que me vaya ya, tengo que llegar a coger el vuelo.

Me despido una última vez de mis padres y me alejo a través del aeropuerto.

El camino se hace largo hasta llegar de nuevo a Los Ángeles. Pero al llegar pido un taxi para llegar a casa y poder descansar junto con el resto de los chicos.

Al bajarme del taxi puedo me quedo mirando la puerta antes de entrar al edificio y encaminarme hasta mi piso. Con forme va subiendo el ascensor mis lágrimas van callendo por mis mejillas.

Cuando estoy delante de la puerta cojo aire antes de introducir la llave y abrir. Como me esperaba Leo está dentro y viene corriendo al escuchar la puerta abrirse.

— ¿Amor? — dice sorprendido al verme.

— Me esperaba una mejor reacción— digo como puedo entre risas a la vez que dejo las llaves sobre la encimera.

Tras eso se rie y viene a abrazarme, levantándome del suelo y al ir a besarme se da cuenta y aún sujetándome con un brazo me limpia las lágrimas qué aún permanecen en mi rostro.

— ¿Por qué no me has avisado para que vaya a por tí al aeropuerto? — dice sin soltarme y acomodándome entre sus brazos.

— No quería molestar...

Me mira con cara de que soy una cansa con ese tema y me lleva a la habitación dejándose caer sobre la cama conmigo encima.

— Sabes que no molestabas... Es más me hubiera gustado ir por tí...

Intento apartarme de encima de él pero no me deja.

— ¿Me vas ha hacer algún día caso? — pregunta entre risas.

— Déjame pensarlo... No...

Tras eso consigo tumbarme a su lado y poder mirarlo y olvidarme de todo llo que me rodea.

— No me has llamado estos días... — dice a la vez que juega con mis dedos.

Escondo la cabeza a la vez que aparto la mirada y mi sonrisa desaparece de la cara.

— No he tenido tiempo... He tenido que hacer muchas cosas en casa como para llamarte...

— ¿No podías llamarme o no querías molestar por estar mal?

— No quería molestar...

Leo respira hondo antes de que pueda decir nada más. Por un minuto pienso que me va a gritar por ello pero lo que hace es acariciar mi cara y besarme...

Echaba de menos tanto esto, estos momentos con él, sus besos, la paz que me da... Me siento bien con él.

Cuando acaba el beso lo miro a los ojos y lo abrazo acurrucándome lo máximo posible en su pecho y él me devuelve el abrazo.

¿Y Si Tienen Razón? #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora