Capítulo 27

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Sam

Me paro justo en la puerta antes de empezar a avanzar por el pasillo al escuchar la voz de mi padre.

— ¿No crees que nos estamos pasando un poco con Sam?— le pregunta mi padre a mi madre.

— No, ella tiene que volver con nosotros a España— asegura mi madre.

— Es mayor, se puede cuidar sola y tiene aquí amigos que la van a ayudar.

— Eso da igual, ella quería volver a España y ahora que volvemos ya no quiere, lo único que hace es llevarnos la contraria, a parte de que su novio no me da mucha confianza... Lo más seguro es que si nos vamos sin ella se quede embarazada a los tres días que tenga algo de libertad.

Oir eso de mi madre... me hace bastante daño, sabía que no confiaba en mí pero para llegar hasta ese extremo...

— Pero ella quiere estar aquí, tiene un trabajo...

— Eso no es un trabajo, es un pasatiempo que no le va a servir para nada y que la va a hacer perder el tiempo.

No es un puto pasatiempo, es mi bocación, y de echo me gusta más que la puta Economía.

— Ella está feliz con eso y si que tiene razón cuando nos dice que es la primera vez que está feliz.

— Ella debe volver con nosotros, somos su familia— dice furiosa.

— En el poco tiempo que lleva aquí ha sido más feliz de lo que ha sido en el resto de su vida— mi padre la intenta convencer.

Que mi padre tenga tanta confianza en mí no me extraña para nada, siempre ha apostado por mí, siempre sabe que consigo lo que quiero si me lo propongo.

— Eso da igual, tiene que volver a España, junto a nosotros.

— Ella es mayor, deberíamos dejarla que elija donde quiere quedarse.

— ¿Y volver nosotros solos?

— Sí, y si es lo que tú dices, un pasatiempo ya se cansará y volverá.

— No, yo no voy a dejar a mi hija en una ciudad que apenas conozco, con unos chicos que ella tan solo conoce desde hace un año.

— Ella se sabe cuidar, si nos necesita siempre estaremos para ella.

— No, ella se viene con nosotros.

Decido dejar de escuchar y empezar a andar por el pasillo sin pensar en lo que acabo de escuchar.

***

Leo

La verdad Sam me tiene preocupado, por mucho que diga que ella está bien yo no me lo creo. Se que durante toda su vida ha estado ocultando todos los malos sentimientos que ha tenido porque sus padres a penas la dejaban expresarse.

No la quiero agobiar haciendole preguntas para que me diga como se siente de verdad, ahora solo necesita a alguien que la apoye y que esté a su lado día tras día.

***

Sam

Axel abre la puerta del piso y lo primero que hago es abrazarlo fuerte.

— ¿Por qué son así?— le pregunto pegada a él.

— Tranquila, te acabarán entendiendo, ahora te tienes que centrar en algo aún más importante— me separo de él y me dedica una pequeña sonrisa.

Me dirijo hacia el cuarto de Leo y cuando llego veo que no está, pero por el sonido del secador de pelo que proviene de el baño, deduzco donde se encuentra. No mucho más tarde escucho unos pasos que se dirijen hacia la habitación.

— Ya estás aquí— dice en cuanto me ve.

— Sí, he cogido un par de cosas y he bajado lo antes posible...

Se que he tardado más de lo esperado, pero mi madre me ha entretenido.

— ¿Quieres hablar?— dice sentándose a mi lado.

Niego con la cabeza. Me atrae contra su pecho para abrazarme y darme un pequeño beso en la sien.

— Solo quiero darme una ducha, ¿me dejas usar el baño?— asiente con la cabeza.

Me levanto y justo antes de tras pasar la puerta me giro hacia él.

— ¿Seguro que no voy a molestar mucho si me quedo aquí unos días?

Me mira sorprendido y justo después sacude la cabeza. Se levanta rápidamente y me atrapa la cara entre sus manos. Sus dedos acarician desde la parte de detrás de mis orejas hasta mi nuca.

— ¿Por qué ibas a molestar?— me encojo de hombros sin decir nada.

Él tiene su ojos clavados en los míos y no me deja apartar la mirada.

— No molestas, ni aquí, ni en ningún sitio, metetelo en la cabeza de una vez.

Me da un pequeño beso en los labios, es tierno y agradable, aunque el aro de su labio hace que sea un poco frio.

¿Y Si Tienen Razón? #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora