Capítulo 49

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Sam

Me despierto con la luz del sol que entra por mi ventana y acaricia mi piel. Puedo notar el calor del cuerpo de Leo que sigue tumbado a mi lado.

Al abrir los ojos y mirarlo lo veo durmiendo con la boca algo abierta. Parece un bebé, está tan tranquilo.

Cuidadosamente me levanto y salgo de la habitación. No dejo de pensar en lo que hice el otro día, si estaba bien o mal. Si era el momento o no... Pero ya da igual, lo hice y ya no hay vuelta atrás.

Al agarrar mi móvil mis ojos se llenan de lágrimas y siento la necesidad de vomitar. Antes de que me de cuenta estoy corriendo al baño para ello y poco después tengo a Leo sujetando mi pelo y acariciándome la espalda.

— Tranquila, han sido días de mucho estrés es normal que pasen cosas así.

Yo simplemente asiento e intento respirar con tranquilidad.

Me paso el día tirada en la cama y Leo se encarga de cuidarme.

***

Cuando me despierto de nuevo ya son las diez de la noche, escucho la ducha, lo que me da a entender que Leo está ahí. Aprovecho para agarrar mi móvil respirar hondo y volver a encenderlo.

Veo algunas llamadas de mis padres, las cuales no les doy demasiada importancia y voy a mirar lo que quería mirar. Para mi desgracia, es peor de lo que había visto anteriormente.

Al verlo empiezo a sentir que no puedo respirar. Siento como si algo presionara mi pecho y se me hace imposible respirar. Me vuelvo a tumbar en la cama mirando al techo e intentando calmarme, cierro los ojos e intento imaginarme cualquier cosa que me haga olvidar lo que he visto.

***

Leo

No voy a negar que me preocupa Sam, pero supongo que en parte este estrés lo vamos a pasar siempre que estrenemos cualquier cosa, voy a estar ahí para apoyarla y ayudarla, pero es una de las cosas por las que tenemos que pasar.

Sam esta dormida encima de la cama y su teléfono no para de sonar, así que me acerco a ella y miro su pantalla, veo que sus padres la están llamando y para que el ruido no la despierte apago su móvil.

Me acerco a ella me agacho para acariciarle la cabeza y darle un beso en la frente.

Bajo a mi antiguo apartamento. Al entrar me doy cuenta de que Axel no esta y aprovecho a hacer unas llamadas.

— Diga— escucho decir al padre de Sam al otro lado de la línea.

— Hola, soy Leo, el novio de su hija, de Sam.

— ¿Está todo bien con ella? — lo escucho preocupado.

— Sí, solo que he visto que la estaban llamando y ella esta dormida, así que no les ha contestado he decidido llamarles para que se queden tranquilos.

— Muchas gracias, pero ¿ella está bien? Digo es tarde allí como para estar dormida.

— Sí, solo que se ha levantado un poco mala y pues está descansando.

— Gracias por informarnos.

— He visto bastantes llamadas perdidas en su teléfono ¿Era para algo importante?

— No, solo queríamos hablar con ella para saber que tal va todo.

— Vale, lo entiendo, le diré que os llame cuando se despierte.

— Sí, gracias.

***

Escucho la puerta y puedo escuchar como Axel deja algunas cosas encima de la mesa de la cocina.

¿Y Si Tienen Razón? #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora