Capítulo 5

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Sam

Ver la cara de Lucía nada más abrir la puerta me ha sorprendido demasiado.

- ¿Me dejas pasar?

- Sí, ¿cuándo no te he dejado pasar?

En cuanto cierro la puerta la abrazo y ella me lo devuelve.

Llevo sin verla desde el veintiocho de enero, la he echado de menos, aunque sé que ahora me va a echar la bronca, no me puede quitar este momento de abrazarla.

- ¿Por qué no has dicho nada?- pregunta mirando al suelo para luego subir la mirada.

- No sé la verdad, supongo que por miedo a lo que podría pasar, miedo a que vuelva y todo haya cambiado, miedo a enfrentarme a que estéis separadas.

- Hey te queremos igual, aunque ahora estemos separadas en dos grupos.

- Lo sé pero no quería volver a pasar lo mismo que cuando os conocí y cuando formamos el grupo, no quería dividirme en dos otra vez.

- Ahora estás aquí y puede que eso no vuelva a ser así- la miro confusa- sabes que eres como el pegamento de esta amistad y que los problemas empezaron cuando tú te fuiste, ahora que estás aquí, creo que se puede volver a juntar el grupo de nuevo.

- Lucía no me pongas esa presión, han pasado seis años, no creo que lo consiga.

- Si estás aquí lo conseguirás- intenta convencerme- Tus padres me han dicho que os vais a quedar, no os vais a ir.

- Parece ser que hemos venido para quedarnos...

- Eso implica...

- Implica que no voy a volver a Los Ángeles.

- ¿Y Leo?

- Tendré que dejarlo algún día.

- ¿Saben que estás aquí?- niego con la cabeza- Tienes que decírselo, lo sabes.

- Lo sé, pero aún no he salido ni a la calle- respiro hondo-. Ni siquiera quiero estar aquí- se sorprende al escuchar eso-. Yo quiero estar con ellos, quiero estar con Leo, despertarme junto a él, caminar por las calles de Los Ángeles. Se que duele escucharlo pero es la verdad, no quiero estar aquí, quiero estar allí.

- Es lógico...

- Mis padres no quieren que vuelva allí por lo menos mientras yo viva bajo su techo.

Al fin puedo decirle a alguien la verdad, puedo decir como me siento sin que me mire mal, solo una persona que me entiende de alguna forma.

- Siento presionarte, pero les tienes que llamar- me aconseja.

- ¿Les llamo ahora?- asiente.

La verdad es que con Lucía a mi lado todo se me hace más facil la mayoría de veces, es la que me empuja a hacer las cosas que pospongo y me anima a seguir mis sueños.

- Pero vamos mejor a tu cuarto
Subimos rápido y Lucía se sorprende al ver la cantidad de cajas que hay.

- Ya sabes como soy ni lo digas- digo tras sentarme en la cama.

- Solo iba a decir que te has traido muchas cosas, y eso que ya habrás desecho muchas cosas.

Me río al oir eso.

- Creo que solo una caja y media, eso con suerte.

- Nunca cambiarás- niego con la cabeza.

Lucía se abre paso hasta que se puede sentar en la silla del escritorio.

- Les voy a llamar...

- No puedes llamar a todos a la vez

- Tengo que llamar a alguien y hacer que reuna a todos.

Empiezo a pensar a quien podría llamar para hablar y contarles todo, decirles que no voy a volver.

- ¿Quién cres que fuera mejor opción?- le pregunto a Lucía.
- Yo te diría que a Leo, pero no sé, tú los conoces más.

- Lo he pensado pero supongo que supondría que notará que algo va mal y no quiero eso así que prefiero otra persona, a parte ya voy a tener que hablar con él a solas.

- Pues... ¿Alguna de las chicas?

La idea de Lucía no es mala, creo que es una buena opción y de entre las dos creo que la mejor es Sara ya que Clara suele andar liada.

- Voy a llamar a Sara.

Cuando el móvil empieza a sonar los nervios se apoderan de mí y recorren todo mi cuerpo. La primera reacción que me puede dar es colgar la llamada antes de que conteste, pero me resisto, ya que si no estoy posponiendo algo que tarde o temprano va a llegar.

- Hola- escucho la voz de Sara al otro lado de la línea.

- Hola- digo sin que se note que tengo que dar una mala noticia- Sara por favor necesito que hagas una cosa por mí.

- Vale ¿De que se trata?

Respiro hondo antes de contestar a su pregunta. Se que en parte le va a extrañar.

- Necesito que reúnas a todos, necesito hablar con vosotros- confieso.

- ¿Pasa algo?

- No, nada, solo haz eso porfa, cuando estéis todos vuelve a llamarme.

- De acuerdo- dice confusa y cuelgo.

Mi cabeza cae hacia la pared y resoplo.

- No va a ser tan difícil, tranquila.

- Fue difícil cuando me fui de aquí, ha sido difícil irme de Miami, y ahora tengo que despedirme de Los Ángeles- le miro a los ojos-. Quieras o no, estes en un lugar o en otro sigue siendo difícil, y más cuando has encontrado a alguien que quieres.

- Lo van a entender, estoy segura y si eso nos vas a tener aquí a todas y cada una de nosotras.

- Lo sé.

El sonido de la llamada nos interrumpe la conversación. Antes de contestar respiro hondo.

- Hola- digo con el teléfono pegado a la oreja.

- Hola- escucho a todos.

A conseguido reunirlos.

- Estás en altavoz- me avisa Sara.

- Chicos, chicas, le he pedido a Sara que os reuna por el simple hecho de que necesito deciros algo... Importante.

No me puedo creer que vaya a hacer esto y más por teléfono, lo único que quiero es abrazar a todos una última vez y poder besar a Leo para despedirme.

¿Y Si Tienen Razón? #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora