Leo
Al despertarme tengo mensajes de Sam en el teléfono y nada más agarrar el móvil y la llamo.
— Venga Sam contesta...— digo en casi un susurro.
No tarda mucho en contestar el teléfono.
— Hola— dice cansada.
— ¿Cómo estás?
— Como puedo, ya he visto a mi abuelo y ahora mis padres me han traído a casa para que descanse, he llegado esta mañana y no había pasado por casa de mis padres.
— Si necesitas cualquier cosa llámame, y si quieres que vaya aunque solo sea para estar contigo llámame sin dudarlo.
— No hace falta que vengas, creo que es mejor que este tiempo lo pase con mi familia...
No me gusta que Sam esté sola allí, si tiene a su familia pero tampoco es que ella este bien del todo con ellos, por lo que pasó con sus padres, la poca relación que tiene con su hermana y lo poco que se lleva con sus primos... Me da miedo que se sienta sola, se que están cerca sus amigas, entre ellas Lucía, que eso me deja más tranquilo, pero aún así, me gustaría poder estar a su lado ahora.
— Pequeña no quiero que estés sola...
— No estoy sola, estoy con mi familia— dice algo triste.
— Sam, ambos sabemos que no estas agusto siempre con tu familia, si quieres que vaya dime, de verdad te lo digo.
— No, tranquilo, y si eso tengo aquí a Lucía, así que por eso no te preocupes.
— Sam, eres mi novia, y me preocupo por tí.
— Ya sé, pero confía en mí, estoy bien.
— Sí, confío en tí, pero quiero que me digas si necesitas algo.
— Tengo que acabar de deshacer la maleta así que mejor te llamo más tarde.
— Bien, pero antes de que me cuelgues una última cosa— noto como se calla para prestar atención— Te quiero, no lo olvides.
— Y yo a tí, chao.
Cuelga el teléfono y me quedo unos minutos tumbado en la cama, con el móvil al lado de la cabeza, mirando al techo sin moverme y sin decir ni una palabra.
— ¿Estabas hablando con Sam? — escucho que Alex pregunta abriendo un poco la puerta de mi cuarto.
— Sí.
— ¿Qué tal está?
— Como puede, ya ha visto a su abuelo y ha hablado con él pero ahora estaba en casa deshaciendo la maleta.
— Bien.
— Le he dicho que si quiero puedo ir, pero me ha dicho que no hace falta, que es mejor que esté con su familia estos días. Estoy por llamarle a Lucía para que la saque de casa, no quiero que solo esté en casa y en el hospital.
— Entiendo tu preocupación pero esta con su familia estate tranquilo.
— Por eso mismo, ¿cómo voy a estar tranquilo si está con su familia si la última vez que se fue con sus padres no la dejaban volver?
— Esta vez es distinto, sabes porqué ha ido, no te preocupes, volverá.
— Lo mismo decía la otra vez, no queiro que la vuelvan a retener sus padres allí.
— Sam no lo va a permitir y sino me imagino que se volverá a escapar, pero me parece extraño que sus padres tras medio año aún no lo hayan aceptado, al menos que no se lo permitan.
Axel se va de mi cuarto tras decir eso y decido vestirme y salir a dar una vuelta por la ciudad.
Necesito despejarme un poco, necesito hacer algo más a parte de estar en casa encerrado sin hacer nada, no puedo dejar de pensar en cómo estará Sam en su casa, si estará encerrada, si estará haciendo las paces con sus padres, si estará con Lucía...
Por un momento agarro el teléfono y pienso en llamarle a Lucía para saber si ha hablado con Sam.
— ¿Leo? ¿Necesitas algo?
— Oye, ¿sabes algo de Sam?
— Solo sé que ha vuelto por lo de su abuelo, hablamos para quedar algún día ¿pasa algo?
— Estoy preocupado por ella, sabemos como estaba con su familia antes de volver y no quiero que la retengan allí. He estado hablando antes con ella y la notaba extraña, casi casi como cuando volvió sin decir nada.
— Igual lo de que se la escuchaba rara es por su abuelo, pero dudo mucho que la retengan aquí.
— ¿Puedes avisarme con lo que te enteres?
— Sí, no lo dudes.
— Gracias.
***
Sam
— Sam, tu padre se va a ir a dormir al hospital con el abuelo entonces nos quedamos tú y yo solas, ¿quieres que hagamos algo especial para cenar?
Llevo sentada en la silla de mi cuarto toda la tarde, sin moverme con los cascos puestos y mirando por la ventara. Esto hace que me gire hacia ella y niegue con la cabeza.
— Voy a cenar con Lucía en su casa, necesito salir de casa.
— Como quieras. Solo avísame cuando llegues a casa.
— Vale.
Mi madre desaparece de mi cuarto y rápidamente le llamo a Lucía para quedar con ella después de cenar.
Rápidamente bajo las escaleras de casa de mis padres, me despido de mi madre y salgo de casa.
Comienzo a andar por el pueblo yéndome hasta la última calle del pueblo que está frente al monte. Lo único que intento es despejar mi mente pero no lo consigo y comienzo a andar hacia casa de Lucía.
Al llegar a su casa Lucía se sorprende de que esté tan temprano en su casa.
— ¿No habíamos quedado después de cenar?
— Sí, pero ya he cenado y no quería estar en casa.
Me deja pasar y voy directa a su salón.
— He estado pensando— Lucía me mira asustada—. ¿Nos vamos de fiesta?
— Yo por mí bien, pero ¿estás segura de que quieres irte de fiesta?
— Lucía, no es que quiera, que también, pero necesito salir, de verdad te lo digo.
— Bueno, vale, vayamos de fiesta.
— Genial, vale pues preparate que nos vamos ya.
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¿Y Si Tienen Razón? #2
Teen FictionSam no se esperaba la noticia que le darían sus padres al llegar a Miami tras el año que ha pasado en Los Ángeles. No sabe a lo que se va a tener que enfrentar este nuevo curso que comienza pero sabe que no va a ser fácil, y más sin el apoyo de sus...