¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
╔═══════ ≪ °❈° ≫ ═══════╗
Dicen que estos son los años
dorados, pero yo quisiera desaparecer
╚═══════ ≪ °❈° ≫ ═══════╝
MALFOY NO PODÍA CREER LO QUE VEÍAN SUS OJOS.
El cuarteto de inútiles, como los llamaba, seguía en Hogwarts al día siguiente, con aspecto cansado, pero muy alegres. En realidad, a la mañana siguiente, el cuarteto pensaba que el encuentro del perro de tres cabezas había sido una gran aventura, y estaban preparados para la siguiente. Harry les contó del paquete que había sido llevado de Gringotts a Hogwarts y pasaron largo rato preguntándose qué podía ser para necesitar tal protección.
Intentaron pensar qué podría ser el objeto de cinco centímetros, pero no conseguían nada con preguntarlo sin pistas. Sus dos polizones no demostraron interés en lo que había debajo del perro y la trampilla. Lo único que le importaba a Neville era no volver a acercarse nunca más al animal. Hermione se negaba a hablar con el cuarteto, pero como la mayoría de ellos no la toleraba, lo consideraron como un premio. Lo que esperaban, con ansias, era poder vengarse de Malfoy, aunque la posibilidad llegó una semana después, por correo.
Mientras las lechuzas volaban por el Gran Comedor, como costumbre, la atención de todos se fijó de inmediato en un paquete largó y delgado, que llevaban seis lechuzas blancas. Los mellizos se sonrieron entre ellos y vieron a Harry tan interesado como los demás en ver su contenido, y se sorprendió cuando las lechuzas lo dejaron frente a él. Se alejaban cuando otra lechuza dejó caer una carta sobre el paquete.
Harry abrió el sobre de la carta primero y fue una suerte, porque en los escritos prolijos, cursivos y elegantes, decía:
NO ABRAS EL PAQUETE EN LA MESA, HARRY POTTER. Estoy muy contenta y orgullosa de ti, cariño, y sé que tus padres también lo estarían. Me dijo un pequeño pajarito que para jugar necesitas una escoba igual de buena que el portador, así que, por recomendación de Antalya y la profesora McGonagall, te compré una Nimbus 2.000.
Por cierto, la profesora McGonagall me pidió que hiciera una entrada triunfal para ti y que te dijera que Oliver Wood te esperará esta noche en el campo de quidditch a las siete, para tu primera sesión de entramiento. Supongo que es el capitán del equipo, así que suerte. Te quiero mucho, Harry.
