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Deberías verme con una corona.
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HERMIONE HABÍA INTENTADO DETENER A HARRY DE HACER ALGUNA TONTERÍA.
Había maldecido a los mellizos, a su madrina y su suerte. Había dicho cosas horribles de sus amigos y quería enfrentarlos en un duelo, había dicho que los odiaba. Hermione entendía su rabia y frustración, pero no creía que fuese necesario hablar así de ellos, porque, al fin y al cabo, los mellizos nunca le habían hecho daño a Harry, habían intentado salvarlo muchas veces, sin pedir nada a cambio. Tampoco ayudaba el hecho de que Ron estuviese de su parte y creyera que eran unos traidores.
Su única opción, luego de no encontrar a los mellizos, era sacarle información a Hagrid, así que se dirigieron allí, Harry encabezando con furia, pero se detuvieron al oír los bramidos de lamento. Cuando abrió, lo vieron con los ojos rojos e hinchados, detrás de él a los mellizos con el mismo rostro afligido.
— ¿Qué pasa, Hagrid? — le preguntó Hermione aterrada.
— Esto pasa — Aquila extendió la carta a Harry, y él se la arrebató con rabia, confundiendo a la castaña.
Era una carta que indicaba que, el incidente del hipogrifo y Draco Malfoy, no había sido responsabilidad de Hagrid, sin embargo, gracias a Lucius Malfoy, el asunto era llevado a la Comisión para las Criaturas Peligrosas y que lo visitarían el 20 de abril. El hipogrifo debía permanecer atado y aislado gracias a esto.
— ¡Vaya! — Dijo Ron —. Pero, según nos has dicho, Hagrid, Buckbeak no es malo. Seguro que lo consideran inocente.
— No sabes cómo es la Comisión para las Criaturas Peligrosas — explicó con un suspiro Aquila, dándole apoyo a Hagrid con una mano.
— No te estábamos preguntando — dijo Harry mordaz.
— Aquila tiene razón — dijo Hagrid con voz ahogada —. La han tomado con los animales interesantes.
Un ruido logró hacer que Altair dejara de mirar mal a Harry por la respuesta a su hermana. Buckbeak, el hipogrifo, estaba acostado en el rincón de la cabaña, masticando algo que llenaba de sangre el suelo.
— ¡No podía dejarlo atado fuera, en la nieve! ¡Completamente solo! ¡En Navidad!
— Tendrás que presentar una buena defensa, Hagrid — dijo Hermione, sentándose al lado de Altair —. Estoy segura de que puedes demostrar que Buckbeak no es peligroso.