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La visión que tengo de ti
me debilita.
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SIRIUS BLACK PENSABA QUE HABÍA PASADO MALOS MESES SIN SABER DE LA RUSA, SIN EMBARGO, CUANDO TOMÓ LA DECISIÓN DE ALEJARSE DE ELLA FUE MUCHÍSIMO MÁS DIFÍCIL.
Había hecho de todo para evitar a la rusa y reunirse con muchas chicas con las que pudiese sentirse completo, pero en las noches volvía a sentirse solo y miserable, sin poder quitarse la risa de la castaña de su cabeza por algún comentario de su hermano, quien se había vuelto la sombra de la rusa. Odiaba admitirlo, pero sentía celos de la cercanía de su hermano con su ex lo que sea.
Anastasya parecía no afectada con su ausencia en su vida, la rusa se había dedicado de lleno a los estudios y ahora que no jugaba Quidditch usaba todo su tiempo en estudiar para aprobar todos los exámenes y trabajos. Le había sacado clara ventaja a Antalya, Aleksander y Andrei, pues ellos contaban con entrenamientos en sus equipos, incluso Regulus usaba su tiempo en el equipo, intentando robar la copa de Gryffindor.
Gigi y Anastasya habían conseguido expandir su grupo de conocidos en su grado, por lo que siempre estaban con personas que querían estudiar con ellas o pasar el rato; ambas chicas no se separaban por nada del mundo y seguían en sus respectivas terapias, con pesadillas y nuevos tratamientos, pero seguían vivas, seguían de pie, y eso era gratamente admirado por James Potter, que las miraba desde su puesto en el pasto, mientras ellas reían a carcajadas por comentarios de chicos Hufflepuff de su año.
— Se ven mejor. — Comentó sintiéndose orgulloso de ambas chicas —. Es raro no tenerlas en clases, ¿saben?
— Sí, extraño los comentarios ácidos de Gigi en la clase de Slughorn. — Peter se concentró en James y su lanzamiento de snitch al cielo para atraparla.
— Ya dejen de hablar de ellas. — Sirius rodó los ojos y se apoyó en sus manos, acomodándolas para sostener su cuerpo mientras estaba sentado —. Esas chicas de allá se ven ardientes.
