Capitulo 5

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Mil gracias por darle una oportunidad a esta historia, muchas muchas gracias x3

Takemichi Pov.

El miro alrededor como si estuviera buscando algo y cuando no encontró nada se relajó.

...

—...Están tocando la puerta—Explique.

Por fin soltó mi mano y se puso de pie mientras tallaba sus ojos.

—Pasa— Indico.

Como la vez anterior, entro Sanzu con un carrito.

Sanzu hizo una mueca al entrar.

Ah. ¡Mi olor!

Me tape con la manta y solo deje descubiertos mis ojos.

Quizás así podría cubrir mi olor.

Sanzu me miro, puso los ojos en blanco y dirigió toda su atención a Mikey.

—Su cena jefe y no olvide que mañana debe ir a esa reunión por la tarde, aunque si no quiere ir, puedo encargarme de las quejas— Dijo Sanzu sonriendo con crueldad.

...

Mikey tardó en responder.

—Iré, ahora... déjanos—Dijo autoritario.

Sanzu asintió, me miro con desprecio, tomo el otro carrito que tenía los platos sucios y se fue.

...

Creo que definitivamente no le caigo bien.

Deje de cubrirme con la manta.

Mikey acerco la cena y la devore sin dudar, pero el... se alejó y se sentó mirando la ventana.

...

Mire la comida que quedaba en mi plato.

...

Es obvio que él no tiene intenciones de comer.

...

Pero debe hacerlo aunque sea un poco, y como antes me quede dormido, no sé si se saltó la comida, aunque creo que lo más seguro es que sí.

Mire la comida que trajeron para Mikey.

Y no importa cuántas veces la veía siempre me parecía sorprendente, es como esos platillos que solo puedes ver por televisión ya que son demasiado caros para verlos en persona, o al menos, para que yo los vea.

¿Por qué no lo quiere?

Él siempre come de la misma comida que tomo yo, pero el plato que traen para él nunca lo prueba...

¿Acaso no sabe bien?

...

Me acerque a su plato, corte un pedazo de carne y lo probé.

...

— ¡Mikey! — Lo llame rápidamente en cuanto termine de saborear.

Él se acercó de prisa en respuesta a mi entusiasmo.

—Prueba esto. Nunca había probado nada así— Dije sonriendo y cortando la carne rápidamente para después acercarlo a su boca.

El me miro por un momento.

Después de unos segundos el abrió la boca y probo lo que le di.

— ¡DELICIOSO! ¿Verdad? —Pregunte emocionado.

La carne era tan suave que se deshacía en tu boca y el sabor era increíble, supongo que es obvio porque es tan cara.

— ¿Te gusta? — Pregunto.

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