Capitulo 20

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Mil millones de gracias por todo el amor que le dan a esta historia, en verdad me hace la persona más super feliz del mundo el saber que les gusto el capítulo anterior T-T

Anteriormente:

Sentí como Mikey deslizaba sus manos por mi espalda en una especie de abrazo y luego él se acomodó, recargándose en la bañera conmigo encima.

Sé que no debería aplastarlo porque soy pesado, pero justo ahora mi cuerpo está temblando y mis manos no tienen fuerzas, así que solo espero que me dé un minuto para poder recuperarme un poco.

Las sensaciones, el calor, el lugar que sus manos tocaron, todo me daba un cosquilleo tan agradable, que si cerraba los ojos... podía casi volverlo a sentir.

Cuando abrí los ojos, lo vi mirándome y solo pude recordar sus jadeos, su respiración acelerada, sus gruñidos.

Estaba tan abrumado por las sensaciones que no le di tiempo a la vergüenza o a cualquier otro sentimiento que me arruinara esto.

—Takemicchi...yo... lo—Parecía un poco angustiado.

—Eso fue... Dije buscando las palabras para describirlo.

Vi algo de tensión en su rostro.

—Yo... ¡Jamás había sentido algo así! ¡Fue increíble! —Comente sorprendido y sonriendo porque era la verdad.

¡Fue tan placentero y jamás pensé que pudiera sentirme así de bien!

...

Takemichi pov.

Después de unos segundos, también lo vi sonreír sinceramente y su mirada se volvió suave.

Me estrujo en sus brazos.

Sí,...vaya que lo fue... Dijo con la voz entrecortada y pasando sus dedos por mi espalda en una caricia.

Ese tono me preocupo.

— ¿Pasa algo? —Pregunte

Sentí que negó con la cabeza y me estrujo aún más mientras restregaba su mejilla contra mi cabeza.

—No. Ahora todo está bien y... no para de mejorar—Respondió ahora un poco más animado.

Con las pocas fuerzas que había podido reunir, me levante un poco para mirarlo a la cara.

Tenía que estar 100% seguro.

— ¿De verdad?... ¿Estás bien? —Pregunte mirándolo a los ojos y note su sorpresa.

Me sostuve de la bañera para incorporarme un poco, pero mis brazos tenían tan pocas fuerzas que empezaron a temblar cada vez más, sin mencionar que mis heridas punzaban un poco. Yo no lo note así, pero parece que me sobre esforcé sin querer.

—Si...—Respondió sonriendo un poco.

Paso su mano derecha por mi cadera y todo mi costado hacia arriba, para después bajar en una caricia que me hizo entrecerrar los ojos un poco ante la agradable sensación.

Antes, esas caricias habían encendido algo...intenso dentro de mí, pero ahora solo era un sentimiento cálido y reconfortante.

—Mejor que nunca...gracias a Takemicchi—Dijo con lentitud mientras pasaba esta vez ambas manos por mi cuerpo y me empujaba levemente para que de nuevo me recostara sobre él. Lo cual hice.

Escuchar sus palabras aceleró de nuevo mi corazón y no pude evitar sonreír con mucha alegría.

Yo en realidad no siento que haya hecho nada, pero el solo escuchar esas palabras, hace que cualquier cosa difícil valga la pena.

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