Capítulo 50

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Muchas gracias por seguir leyendo esta historia, espero les guste este capitulo.

❤(✿◠‿◠)

Anteriormente:

Jamás imagine que haría el amor con Mikey, que tendría la oportunidad de descubrir mis sentimientos y de amarlo como lo hago. De sentirme así, querido, deseado y apreciado.

—También... te amo Takemicchi. Te a-amo tanto—me correspondió con la misma intensidad y ese sentimiento cálido en mi pecho volvió a desbordarse junto al placer.

Me corrí con tanta fuerza que todo mi cuerpo tembló y los escalofríos tensaron mi cuerpo mientras gemía su nombre.

Definitivamente mi garganta estará muerta por unas horas.

Mis ojos se cerraban, mis pulmones se esforzaban por tomar aire y estaba a punto de dejarme caer, pero resistí porque Mikey no había terminado.

Mi consciencia estaba bastante nublada, mi orgasmo término por completo conmigo y estaba siendo sobre estimulado tanto, que se estaba volviendo doloroso, pero seguía sosteniéndome por pura fuerza de voluntad.

Cuando su líquido cálido me lleno y su cuerpo pasó de la tensión a la relajación completa con un gemido, yo cerré los ojos, deje de sostenerme y simplemente caí contra su cuerpo sin ser consciente de nada más.


Takemichi pov.

La siguiente vez que abrí los ojos, el agua cálida nos rodeaba hasta arriba y yo estaba recostado sobre algo suave, mientras un brazo me rodeaba.

Me sentía por completo exhausto, solo logre abrir los ojos y ese esfuerzo era demasiado.

Mire alrededor. Seguíamos en la bañera y Mikey me sostenía.

—¿Despertaste? —Pregunto trazando caricias por mi brazo con sus dedos.

—¿M-Mikey? —Lo llame y si mi voz estaba ronca antes, esta vez es mucho peor. Me sentía como si hubiera gritado por horas, lo que... no está muy lejos de la realidad y mi boca estaba muy seca.

Ahora en verdad me moría de sed.

Me sostuve la garganta y levantar el brazo fue tan agotador que casi no pude hacerlo. Solo fue un simple gesto, pero estaba tan adolorido que se volvió complicado.

—¿Estas bien? —Cuestiono con un tono angustiado.

—S-Si, solo me duele t-todo—Intente contestar aunque dolía, mientras me reía un poco para que no se preocupara, lo que fue una pésima idea. Mi cuerpo literalmente estaba muerto, lo sentía punzar por diferentes partes y al mismo tiempo me sentía tan satisfecho por ello, era... tan extraño.

Mikey beso mi frente y me estrujo contra su cuerpo.

Mi corazón salto ante un gesto tan tierno.

—¿Quieres que llame a la doctora? —Pregunto mientras con su mano echaba un poco de agua en mis hombros para que no se enfriaran.

¿La doctora?

No, definitivamente no. Es... bastante incomoda y se puso algo rara cuando pensó que Mikey y yo, habíamos tenido intimidad. Sin mencionar que no quiero tener que explicarle mis dolencias o contarle de mi vida personal, no a ella al menos. Y si, es un doctor, así que tal vez será necesario algún día, pero... no ahora.

Negué con la cabeza.

—Solo es dolor muscular, estaré bien... después—Le asegure aun con la voz extraña por usarla tanto al gemir.

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