Maratón 2/2
Max se queda hay parado viendo como mantengo una mano en mi coño y como estoy prácticamente desnuda ya que he dejado caer la sabana exponiendo mis pechos.
Lo único que hace es apretar la mandíbula y dirigirse a su cámara, pareciera que no le gusto lo que acaba de ver pero su evidente erección me dice lo contrario.
—Es mejor que te acomodes—dice secamente y ruedo los ojos.
Hago como si no pasara nada, me acomodo la sabana sobre mi cuerpo, acomodo un poco mi cabello.
Max se acerca y empieza a encender algunas luces.
—Vamos a jugar mucho con las sombras—pone una lámpara color naranja a unos centímetros del sillón y luego hace lo mismo pero con una luz LED negra, y baja la intensidad de las luces del reflector.
Luego se acerca a mí y comienza a acomodar mi cabello, lo hace con tanta suavidad y paciencia que me hace ronronear y logro ver una pequeña sonrisa y luego me da instrucciones para acomodarme.
Miro hacia la cámara y acomodo mi cuerpo como Max dijo, en ese momento me doy cuenta de que no todo está en silencio, suena la suave melodía de The Hills de The Weeknd, vuelvo a concentrarme en la cámara y posar sensualmente como me aconsejo, miro directamente a la cámara arqueo mi espalda y abro un poco mis piernas; el flash de la cámara me deja por un momento segada.
Me siento y acomodo bien la sabana tapando mis pechos suspendo mi cuerpo hacia atrás y abro mis piernas totalmente, la sabana tapando mi coño, miro a la cámara mejor dicho a Max. Me quedo en la misma posición pero esta vez llevo mi cabeza atrás.
Sigo haciendo diferentes poses, durante algunos minutos, Max pide fotografiar solo mi cara o mi cuerpo.
Hacemos una pausa mientras tomamos un poco de limonada y vemos las fotografías tomadas.
—Hagamos la última toma—informa.
Asiento y vuelvo al sillón, esta vez me poso diferente, pongo mis manos sobre el respaldo de la silla cruzándolas en forma de X, como si estuviera atada, arqueo mi espalda y encorvo mis pies.
Al momento de posar la sabana de baja hasta mi cintura mostrando mis pechos, Max se queda mirándolos haciendo que mis pezones se endurezcan dolorosamente, él se acerca lentamente y toma la sabana con intención de acomodarla, yo me quedo quieta como una estatua y con la respiración entrecortada, toma la sabana y lentamente la sube cuando llega a la altura de mis pechos los aprieta a un con la sabana entre sus manos, gimo ruidosamente mientras aprieta mis pezones, pongo mis manos sobre las de él incitándolo a que lo haga más fuerte.
Llevo mis manos a su cuello atrayéndolo para besar sus labios, se empieza a escuchar el sonido morboso de nuestros labios moviéndose en perfecta sincronía, Max se separa de mí y temo a que me vuelva dejar con las ganas.
Se separa pero deja sus piernas apoyadas en el sillón, con cuidado quita su cámara y la pone en la mesa luego como todo un animal se arranca la camisa haciendo carcajear.
Se alza sobre mi dejando sus fuertes brazos a los lados mi cabeza, sin poder resistir tanteo sus músculos y paso mis uñas por ellos mientras nos seguimos besando.
Si sexo gotea y arde, me restriego contra su erección intentando aliviar ese delicioso dolor, el también empieza restregar su cadera contra las mías.
«Sexo con ropa»
Empezamos a gemir necesitados.
—Mierda Max, te necesito dentro—me regala una hermosa sonrisa antes de empezar a besar mis pechos.
Los muerde y lame como si estuviera comiendo su dulce favorito, con su lengua traza mi aureola y luego le da la misma atención al otro, luego los junta y se lleva los dos a la boca.
—Mierda si, así—lloriqueo mientras tomo su cabello con fuerza frotándolo contra mis pechos.
Quita la sabana y deja un camino de besos, pasa por mi abdomen y traza su lengua por todo este erizando mi piel, sigue bajando hasta que llega a mi centro, sopla sobre el para luego pasar su lengua por mis pliegues y me es imposible no gemir, me mira desde allí abajo mientras me come el coño, mi cuerpo empieza a temblar cuando muerde mi clítoris y siento otro orgasmo formarse pero este mucho más potente y placentero, empiezo a sentir esa sensación que muy pocas personas han logrado.
Sonrió y relajo mi cuerpo, gimo y grito mientras siento el squirt consumirme completamente.
Max deja un beso en mi centro y luego en mis piernas desde mi muslo hasta mi pantorrilla, tengo una sonrisa en mi cara y esta crece a un más cuando lo veo acercarse y besarme dejando probar mi sabor.
Llevo mi mano a sus pantalones y aprieto su polla que apunta hacia mí, quiero hacerlo gozar tanto como él lo hizo conmigo, bajo su pantalón y luego su bóxer, suspira cuando lo hago imagino que ya le empezaba a doler, beso su abdomen y lamo sus cuadritos, y luego bajo a su polla.
—No tienes idea de cuánto espere por esto—dice acariciando mi cabello.
Me siento sobre el sillón quedando él al frente mío y su polla en toda mi cara, saco mi lengua y trazo todo su glande para luego trazar todo su falo, y veo que sus 25 centímetros son totalmente ciertos, todavía sigo impresionada.
Mi teléfono empieza a sonar como loco pero lo ignoro y justo en ese momento me meto su polla en mi boca intentando acapararla toda, ambos gemimos.
Me agarra el cabello con fuerza y empieza a manipular mi cabeza a su gusto, me empiezo a atragantar con su longitud y el me deja descansar un poco para tomar aire y seguir con el ataque, mis ojos lagrimean pero sería hipócrita si digo que no me gusta.
—Joder, sigue así preciosa—dice mientras empieza a mover sus caderas.
Segundos después se viene en mi boca insultando y alabándome.
Respiramos entrecortadamente y no aguanto y empiezo a guiar su polla a mi centro, pero él me detiene tomándome de ambas muñecas.
Lo miro con el ceño fruncido y un puchero.
—No tan rápido preciosa—
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El Arte Del Amor/ TERMINADA [+21]
Teen FictionAlessha Prada, estudiante de pintura. Max Fox, estudiante de fotografía. Ambos estudian en la prestigiosa universidad Cambridge, pero sus vidas tomaran un rumbo inesperado cuando tienen que realizar un proyecto juntos que definirá sus futuros. Desde...