CAPITULO 8

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MAX

Cuando Alessha se va me doy cuenta que estoy sonriendo como un estúpido, borro la sonrisa inmediatamente mientras me paso una mano por el cabello.

Pago la cuenta, aunque Alessha había querido pagarla le dije que yo pagaría y que a la próxima ella podía pagar.

Salgo del restaurante y voy directo hacia mi motocicleta, veo como un grupo de chicas se detienen cuando me miran pasar y empiezan a murmurar entre ellas y la más valiente es capaz de guiñarme el ojo sensualmente y yo le devuelvo el guiño.

Suelo llamar la atención entre en género femenino y a veces el masculino, lo cual me infla el ego, pero puedo manejar con ello.

Cuando llego al estacionamiento escucho que suena mi teléfono, miro la pantalla y veo que es mi madre.

—Hola mamá—digo cuando contesto la llamada.

—Hijo, ven rápido alguien está esperando por ti—dice emocionada, cuando le voy a responder siento el pitido anunciando que me colgó la llamada. Genial, pensó mentalmente.

Subo a mi motocicleta y la pongo a andar, voy a gran velocidad sintiendo como el viento golpea mi cara, adelanto varios carros y paso varios semáforos en rojo.

No es porque este emocionado por ir a su casa, estoy más que seguro de quien me está esperando; solo que amo andar en motocicleta y sentirme libre. Por lo cual intencionalmente hago el camino más largo, dando vueltas por la residencia donde viven mis padres.

Yo vivo en un Penthouse en el centro de la ciudad y a unos diez minutos de la universidad, me gusta ser independiente, pero voy muy seguido a la casa de mis padres.

Han pasado por lo menos cuarenta minutos desde que salí del restaurante, en el momento que estoy tocando la puerta de la casa de mis padres.

—Por Dios, Max Antonio Fox, has tardado demasiado— cuando la ama de llaves abre la puerta, escucho los gritos histéricos de mi mamá.

—Ven saluda a tu mamá—dice, voy y la abrazo alzándola un poco del piso, sé que odia que haga eso.

Cuando la dejo en el piso, le doy un abrazo a mi papá dándole las típicas palmadas en la espalda

Cuando volteo a ver hacia la sala, y veo a la chica baja de cabello color negro y ojos azules, suspiro intentando tener paciencia.

—Jules—digo en modo de saludo con un pequeño asentamiento de cabeza.

Ella parece un poco nerviosa.

—Eh... H-o-l-a...A-amor.... M..Max—dice tartamudeando haciendo que ruede los ojos.

—Voy a la cocina a traer algunos aperitivos, me imagino que debes tener hambre—dice mi madre mirándome mirándome, antes de jalar a mi padre hacia la cocina.

Cuando nos dejan solos, Jules sonríe y baja el escote de su vestido, enseñando sus senos. Ella es una maldita perra hipócrita

—Que mierda haces aquí Jules—digo mostrando mi enojo.

—¿Dónde estabas? Has tardado una eternidad—dice ignorando mi pregunta.

A Jules la conocí cuando apenas entraba a la universidad, era una chica muy bonita cuando la conocí, con muchos pretendientes, pero desde el primer momento ella hacia todo lo que pudiera para llevarme a la cama, pero al ver su actitud obsesiva nunca le preste atención la cosa fue empeorando que hasta pensé en poner una orden de alejamiento pero un domingo cuando iba a casa de mis papás a almorzar vaya sorpresa al ver que Jules estaba ahí al parecer ella les había dicho a mis padres que era mi novia, y por más que la eche y lo niegue ella encontraba siempre la manera de estar en el mismo lugar que yo hasta había ido a mi casa pero le dije al guardia que le prohibiera la entrada.

Mis padres estaban emocionados ya que nunca les he presentado una novia formal y al creer que Jules era la primera estaban encantados. Y me sentía un poco mal ya que estaban demasiado felices por la noticia.

Cuando mamá llega con los aperitivos como un poco, ya que no los iba a despreciar aunque igual no tenía hambre.

—Creo que es hora de irme—digo porque la verdad por más que amara a mis papás no iba a quedarme ya que Jules siempre amargaba la velada.

Veo la cara de desilusión de mi mamá y digo.

—Hoy tengo cosas que hacer, pero mañana los tres—digo remarcando la última palabra—Podemos salir a comer algo, yo invito.

Me despido de ellos obviando a Jules y salgo de su casa.

Pueden que mucho piensen que soy un maldito bastardo pero he hecho todo lo posible para que Jules me dejó en paz y nada funciona aunque si hubo días en los que sin importar me quedaba aunque ella estuviera ahí pero siempre me abrumaban las preguntas de mamá de cuando nos íbamos a casar o a tener hijos.

Aunque siempre se lo recompensaba o les decía que fuéramos a almorzar a mi casa ya que Jules no podía entrar.


Hola.

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El Arte Del Amor/ TERMINADA [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora