El Arte Del Amor/ TERMINADA [+21]

CAPÍTULO 39

—Creo que necesitamos recervación—digo a Max.
—Nah—responde mientras entramos en el exclusivo restaurante, ya estaba anocheciendo y decidimos ir a comer para luego regresar a la cabaña, nos quedaban tres días antes de que nuestras vacaciones se terminaran.

—Buenas noches—nos atienden en la entrada—¿Tienen recervacion?

—Que te dije—le susurro a Max mientras lo golpeó con mi codo.
—Emmm—dice Max mientras rasca su barbilla—Aquí entre nos—se acerca a él—De cuántos miles de dólares hablamos para una mesa.
—Señor no me comprende, necesita reservación estamos totalmente llenos.
—Aja y de cuanto es la lista de espera.
—6 meses—responde con simplesa.
—Mire mi novia y yo estamos de vacaciones en este maravilloso lugar, y vimos este hermoso restaurante.
—Señor—lo interrumpe y Max pone un dedo en el aire indicándole silencio con porte.
—Hablemos seriamente, dígame de cuanto estamos hablando para una mesa, pero no cualquiera quiero la mejor.
—Pero—lo interrumpe.
—Sin peros—saca su billetera de su blazer y saca puros billetes de cien—Cuanto, solo di un precio y lo pago.

—Señor, no se ¿Dos mil? No, veinte mil lo da o lo deja.

—¿Sólo eso? —Max hace un mohín y se los entrega como si fuera chocolate, lo miro sin creer veinte mil por una puta mesa.

Nos guía hacia el interior  y me detengo en medio del camino tirando a Max para que me escuche.
—Estas malditamente loco,  hubieras pido ir a cualquier otro punto restaurante—digo entre dientes.
—Tranquila mi amor—dice con gracia apretando mi cachete y le pegó un manotazo.

—Por acá señores—dice educadamente, subimos al segundo piso el restaurante es demasiado lujoso pero un lujo sofisticado, colores neutros y antorchas por todo el lugar, que por cierto es al aire libre pero con el cálido quede Mykonos está perfecto.

Continuamos hasta llegar a un tipo de terraza exclusiva ya que solo tiene un gran sofá  una mesa con dos sillas, el lugar era simplemente hermoso con antorchas y luces por todo el lugar, también tenia un tipo de chimenea  para hazar malvaviscos.

Nos sentamos en el sofá  y pedimos margaritas mientras charlamos, le decimos al camarero el cual vino a tomar nuestro pedido que pediriamos más  tarde, nos conformamos con una entrada de nachos con guacamole.

—Max—le digo preocupada.
—Si —responde mientas lleva un nacho repleto de  guacamole a su boca y relamer sus labios lo que  me es imposible no perderme en ese excitante e inocente gesto.

—Emmm, es sobre la  universidad—Max me ve como diciendo  ¿enserio?
—Si, mira el proyecto que por cierto  tenemos mucho que agradecer ya que gracias a él fue que nos conocimos pero hay que terminarlo sé que estamos en vacaciones pero hay que darle el toque final y cuando regresemos lo terminemos ya que nos falta muy poco.
—Okey, retomemos entonces cuadro en blanco y negro—asiento con la cabeza—De una pared completa  ¿horizontal?

  —Exacto—respondo recordando los otros detalles—Al estilo Picasso, me gustaría que quedé así con figuras “irreales” y que cada una exprese un sentimiento desde decesperacion, desamor, tristeza, alegría, esperanza, lujuria, felicidad y amor.
—Okey y con lo de fotografía que como hacemos.
—Con las modelos y las editas y pones en blanco y negro.

—Okey perfecto ya solo falta terminar de editarlo y organizarlos por qué las fotografía  ya están todas tomadas.

Le digo que si, la verdad es que me está encantando el proyecto,  ya todas las fotografías las tomamos modelando Anna y otras compañeras y como olvidar mi icónica fotografía que Max tomo en su apartamento y que ya sabemos cómo terminó.

—Perfecto—respondo la verdad es  que el cuadro significa mucho para mí tiene un gran transfondo que se explica en los mínimos detalles y describían a perfección mi vida.

—Desean ordenar—pregunta el camarero de nuevo.
—Si—respondo.
—Este es el menú—nos enseña la carta aunque la verdad no sabía que ordenar. Max al ver mi rostro dice.
—Danos el mejor platillo no importa el costo.

El camarero asiente y se retira.
—Vamos a la mesa—Max no responde solo se queda mirándome sin decir nada y poco a poco se acerca peligrosamente.

—Max.
—Silencio—demanda y apreto mis labios editada. Se acerca y empieza a regir besos en mi barbilla, aparta mi cabello y baja sus besos a mi cuello aspirando mi aroma.
—Deliciosa—dice con voz ronca y me llevo un dedo a la boca apretándolo para no venir y alertar a todos—Por que viniste de jean así se nos va a complicar las cosas—levanto los hombros con simplesa.
Baja su mano cálida por mi top en especial su gran escote provocando que mis bellos se ericen sigue bajando hasta llegar a mi jean y escucho como bufa, contengo una sonrisa, mira que no allá nadie que nos este mirando y mete su mano en mi jean hasta tocar mi tanga.
Suspiro y aprieto su muñeca indicándole que siga, aparta mi tanga y empieza a estimular mi clítoris con movimientos rápidos y certeros.
Gimo bajito y me retuerzo, aruño el brazo de Max mientras me doblo hacia el frente sintiendo mi vientre apretarse Max mete sus tres dedos largos y gordos y me vengo a chorros.

Justo en ese momento escuchamos pisas venir y Max saca  rápidamente su mano de jean y yo me cómodo y acomodo mi cabello intentando parecer que nada sucedió.

Dos meseros entran y ponen los platillos en la mesa, Max les agradece y va a la mesa al ver que no me muevo viene hacia mi preocupado.

— ¿Te lastime? —pregunta preocupado mirándome mi bueno ya saben.

—No es que Max, estoy mojada parece como si me hubiera hecho encima.
—Ohh—el muy maldito de rie. Espera sale del área y cuando menos espera trae una chaqueta en sus manos.
—No se, había una señora me imagino que estaba comiendo aquí y le ofrecí mil dólares por ella y no dudo ni un segundo.

Volteo los ojos y me pasa la chaqueta donde puedo distinguir el logo de Channel y me la amarro a la cintura y nos sentamos a la mesa a disfrutar de nuestra cena.

Max corre la silla para que yo pueda sentarme y cuando ya estamos sentados toma mi mano y la besa justo donde está el anillo.

Hola, primero les cuento que quería hacer el capítulo un poco más largo pero con la temática del próximo capítulo quedaría muy raro con este de la cena.