Continuo mirando su polla, sigo impresionada no puedo creer que se hizo un maldito piercing en su polla.
—¿Tomás píldoras?
—Si—murmuro.
—Bueno porque ya no vamos a usar más condón—no le respondo simplemente continuo mirando su miembro.
—Bueno si continuas mirándome así creo que voy a ponerme nervioso—rio mientras tapo mi rostro con mis manos
—¡Max! —lo tomo fuertemente de su nuca para provocar que nuestros labios chocaran, suspiro apretándolo con mis manos alrededor de su cuello y mis piernas envolviendo sus caderas, seguimos besándonos unos minutos hasta que mi deseo y curiosidad me dicen a gritos que necesito probar como se siente su piercig.
—Por favor—lloriqueo, Max toma mis manos y las pone encima de mi cabeza mientras va adentrándose en mi interior lentamente, abro mi boca en una gran o mientras la exquisita sensación me consume, el frio del piercing me crea un placentero cosquilleo junto al grosor de su polla, me llenan completamente.
—Ahhh- sii, así—blanqueo mis ojos mientras mi cuerpo se sacude por las fuertes embestidas que Max me propina, sin esperarlo Max velozmente sale de mi interior para voltearme y dejarme en cuatro y vuelve a entrar en mi, mientras el obsceno sonido de nuestras pieles húmedas por el sudor chocando nos invade, me siento en las nubes.
Max jala fuertemente de mi cabello tomándolo de la raíz provocándome escozor, volvemos a unir nuestras bocas y gimo de placer al sentir su delicioso piercing delinear mis labios para luego adentrarse en mi boca y jugar con mi lengua.
Siento morir, el placer es tan grande que puede totalmente conmigo, llevándome a un delicioso orgasmo. Max no me deja descansar ya que luego de venirnos solo espera unos minutos para continuar embistiéndome.
—¡Max! —recuesto todo mi cuerpo sobre el suelo mientras mi cuerpo se vuelve a sacudir ante las sus lentas penetraciones, su mano va hacia uno de mis pechos apretándolo mientras se adentra en mi interior lentamente, dejándome sentir y disfrutar de toda su polla y su delicioso piercing.
Luego de minutos o tal vez hora sintiendo sensaciones totalmente nuevas me vengo por última vez antes de desmayarme por el cansancio.
****
Siento unas cálidas manos recorrer mi espalda de arriba abajo, suspiro con tranquilidad.
—Buenos días perezosa—su cálido aliento choca contra mis labios, abro mis ojos perezosamente y lo primero que captan mis ojos son su hermoso iris entre ámbar y color miel con pequeñas motas verdes y ahora viéndolo de cerca puedo distinguir pequeñas pecas esparcidas por su nariz, vuelvo a suspirar con tranquilidad.
—Buenos días—digo tapando mi boca, por mucha confianza o sexo que tengamos es asqueroso el olor matutino de la boca, Max quita mi mano que separa nuestras bocas, para obtener una pequeña presión de nuestros labios.
Salgo de la cama para ir al baño y darme una ducha, cuando salgo del baño me doy cuenta que no traje ropa más de la que tenía ayer y no sabía cuántos días nos íbamos a quedar aquí en la cabaña.
Mientras cepillo mi cabello y hago un mohín con mis labios pensando en decirle a Max que me lleve a mi casa por ropa y luego volver aunque son como cuarenta minutos de distancia.
Estoy tan perdida en mis pensamientos que no me doy cuenta que hay una enorme caja elegante de terciopelo color vino sobre la cama, miro la caja con una incógnita y justo en ese momento Max entra tomándome por sorpresa.
—Es para ti.
—¿Para mi?
El asiente con su cabeza para adentrarse en la habitación, sentarse en la cama y abrir la cama. Me acerco para ver que hay dentro de la caja.
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El Arte Del Amor/ TERMINADA [+21]
Novela JuvenilAlessha Prada, estudiante de pintura. Max Fox, estudiante de fotografía. Ambos estudian en la prestigiosa universidad Cambridge, pero sus vidas tomaran un rumbo inesperado cuando tienen que realizar un proyecto juntos que definirá sus futuros. Desde...