El Arte Del Amor/ TERMINADA [+21]

CAPÍTULO FINAL

Alessha

Muerdo nerviosamente mis uñas, Max no ha llegado y estoy preocupada, sabía del plan, sabía lo que estaba haciendo pero no quería intervenir, con solo saber que Alex no volvería joderme la vida es más que suficiente.
-Hola - llega Max, puedo notar que se ha bañado y cambiado su aroma a jabón llega a mis fosas nasales.
-Pense que no vendrías -le digo cuando cuelgo de el como un koala, se ríe y deja un beso en mi coronilla.
-Como te sientes Afrodita.
-Me siento...libre, sin un peso en mis hombros. Y todo gracias a ti, no sé cómo agradecerlo.
-No tienes por qué -nos miramos fijamente y traga fuertemente -Te amo.

Lo miro paralizada, mi corazón se acelera y mi garganta se seca. Choco mis labios con los suyos, primero nos besamos lentamente y con suavidad pero nuestro beso se va tornando más fuerte y agresivo al punto que la ropa empieza a estorbar, Max me toma en sus brazos y envuelvo mis piernas alrededor de sus caderas, empezamos a ir a su habitación sin despegar nuestras bocas, se sienta en la cama y yo quedo sobre su regazo, empiezo a mover mis caderas en círculos disfrutando como su bulto se hace notable y choca contra mi centro.

-Me vas a matar -susurra y quita mi camisa, no pierde tiempo y empieza a besar mi cuello, clavícula, detrás de mi oreja -No sabes cuánto extrañaba esto.

Quito también su camisa y me permito admirar su marcado pecho.
Ya estoy desnuda y con su ayuda quito el resto de ropa, cuando separamos nuestro labios me permito admirar su venosa erección pero lo que veo me deja sin palabras. Tiene un maldito piercing allí, no quiero imaginarme lo doloroso que debió de ser.
-Exactamente así reaccionaste cuando lo viste por primera vez -se ríe enseñando sus dientes.
-Dios, necesito que me folles- digo ansiando sentirlo. No perdemos tiempo y cuando pretende ponerme debajo suyo niego, quiero montarlo; me permito disfrutar del momento, nuestras pieles húmedas y el validen constante, en mitad del nuestro orgasmo le susurró te amo.

****
Ya amaneció, supongo que deben de ser las diez de la mañana, pero no importa disfruto sintiendo los fuertes brazos de Max rodearme y apretarme a su costado, aprecio su rostro y las pequeñas pecas que lo adornan. Suspiro, ya he recuperado mi memoria y poco a poco recupere toda mi memoria, desde el minimo detallé y cada vez que llega un nuevo recuerdo me enamoro más de este hombre.
Me levanto y voy al baño, me cepillo los dientes y tomo una ducha vistiendo algo sencillo, ya que tenía varias prendas mías aquí, Max al poco tiempo despierta.
-Buenos días -saluda y deja un cálido beso en los labios.
También se va a duchar y luego desayunamos.
-Max, y lo del proyecto de la universidad, no hemos hablado de eso y es la próxima semana.
-Ya lo terminamos, antes de que sucediera...eso -todavía le costaba mucho recordarlo lo acontecido y controlarse, apoyo mi mano en la suya -faltaban solo algunos detalles y los termine, si quieres podemos ir a verlo.

Asiento y vamos por el cuadro que por lo visto está aquí, aunque según tengo entendido antes estaba en mi casa pero Max lo trajo aquí para como había dicho, terminarlo.

Luego de desayunar vamos a una habitación la cual no había reparado, entramos y noto algunos cuadros y cámaras en este pero el que roba mi atención en una cuadro gigante de colores blanco, negro y gris; cuando lo veo tengo una sensación muy rara, como si fuera un deja vu pero como si nunca antes en mi vida hubiera visto el cuadro pero tengo un sentimiento tan fuerte que siento que el cuadro fuera un retrato de mi vida.

El cuadro tiene muchas figuras geométricas, me acerco a él y lo detallo más, tiene figuras, muchas, pero son surrealista, cada una expresa algo diferente, desde desespero a paz, a su lado tiene un pequeño dibujo que lo representa como un rayo. El cuadro simplemente me deja sin palabras me transmite tanto que cada figura que veía lo sentía como carne propia.
-Es...increíble.
-Si -susurra Max tras mío, deja un beso en mi coronilla y rodea mi cintura con sus brazos, apoyo mi cabeza en su pecho y nos quedamos en silencio, disfrutando de nuestra creación, el cuadro, y nuestra compañía.