CAPITULO 36

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Un nuevo día, pienso mientras termino de aplicarme bloqueador solar, me pongo una falda larga blanca dejando a la vista solo la parte superior de mi bikini, empaco el bloqueador en bolso de playa mientras salgo en busca de Max el cual encuentro en la cocina comiendo sandia.

-Buenos dias-saludo y le dejo un beso el cual pretendía ser solo una pequeña presión pero el se dedica a alargar hasta nuestras lenguas juegan entre ellas.

-¿Tienes todo? -asiente afirmativamente, bota la cascara de la sandia en el bote de la basura lava sus mano y salimos de la cabaña en camino a SantAnna Beach Club.

Nos subimos al carrito de golf y vamos.

Llegamos a la playa con más 30 grados, dejamos el carrito de golf estacionado y vamos al agua cristalina que me llama a gritos que nade en ella, alquilamos un puesto el cual es un gran sopa plano junto a un techo el cual lo cubre del sol, dejo nuestras pertenencia ahí y quito mi falda y no pierdo ni un segundo en correr al mar, Max se queda un tiempo pidiendo bebidas mientras yo disfruta del mar, para luego salir y tomar de nuestras cervezas y mirar bien el lugar, llegamos hasta una parte que son una cadena de piscinas la cual recorre todo el lugar que esta lleno de casetas donde las personas disfrutan del sol y una buena cerveza. Decidimos quedarnos un momento en la playa para luego venir a la piscina.

Cumplimos nuestra promesa y vamos a la playa nadando y jugando hasta que decido salir un momento y leer el libro que traje, mientras leo me doy cuenta que Max tiene compañía que es un niño de no más de ocho años al cual le está enseñando a nadar calienta mi corazón ver esta faceta de Max y por un momento pasa por mi cabeza como sería un hijo de Max y mío pero borro rápidamente esa imagen diciéndome que no debería de pensar en eso.

Max sale del agua mientras pequeñas gotas bajan por sus abdominales creando una vista totalmente tentadora, este llega y me deja un pequeño beso en la frente para luego tomar una toalla y secarse con ella, decidimos estar un momento en la piscina para luego ir a almorzar y tal vez irnos a la cabaña.

Alquilamos un flotador así que primero le pido a Max que me ayude a ponerme bloqueador para aprovechar el sol y broncearme, me subo en el flotador aunque si no fuera por Max me hubiera resbalado, disfrutamos de la música mientras vamos por toda la piscina, Max va empujando el flotador mientras nada y yo disfruto del sol, la piscina no es muy honda de hecho varias persona caminaba por ellas, hablábamos de todo algo que amaba de mi relación con Max era que nunca habían silencios incomodos, siempre teníamos algo de que hablar o escuchamos al otro o simplemente disfrutamos de nuestra compañía.

Justo cuando estábamos en silencio, disfrutando del momento, ajusto mis lentes y suspiro con armonía cuando de un momento a otros siento agua helada bañar todo mi cuerpo, ahogo un grito e inmediatamente me doy cuenta que Max me ha tirado al agua, lo insulto mentalmente y salgo del agua tosiendo intentado sacar el agua de ni nariz y oídos.

-Idiota-chillo mientras golpeo suavemente su brazo, quito mis lentes y miro alrededor de que algunas personas se han dado cuenta y se estaban riendo.

Muerdo fuertemente mis labios mientras invoco a los mil demonios, Max sale riendo de la piscina y puedo ver como más de una se le queda mirando lo cual me enoja aún más.

-¿Enserio te vas a enojar por eso? -lo ignoro y Max me carga e intento bajarme aunque termino partiéndome de la risa, el también ríe y nos alejamos hasta llegara a un sofá apartado, se sienta y me sienta en su regazo, me sacudo intentando bajarme pero Max es más rápido y toma mis muñecas y las pone tras mi espalda dejándome totalmente inmóvil.

-Mi niña esta brava-dice con voz chillona no puedo contenerme y empiezo a reír a carcajadas, me causa tanta gracia que termino ahogándome y tosiendo temiendo por mi vida.

-Ja ja-rio fingidamente al ver que Max se ríe aunque intenta esconderlo.

-Vamos a comer que estoy que muero del hambre-dice haciendo un puchero que se me hace extremadamente tierno.

Asiento y vamos juntos por algo de comer.

Pedimos unas hamburguesas y las comemos en las tipos chozas que están por toda la piscina.

Decidimos regresarnos a la cabaña, inmediatamente llego y me ducho y cuando salgo de la ducha y me dirijo a la habitación me quedo pasmada al ver a Max con nada más que un bóxer sentado en una silla frente al sofá de la habitación con un cuaderno en mano.

-Te demoraste mucho-dice con voz ronca y no soy capaz de procesar-Ven-señala el sofá y obedientemente me siento en el.

-Quítate la toalla-demanda y lentamente dejo caer la toalla mostrándome como me trajeron al mundo totalmente desnuda, respiro entrecortadamente mientras mantengo mi mentón en alto aunque por dentro me este muriendo de nervios -Acomódate.

-Como en el Titanic-digo intentando bromear.

-Si, solo que esta vez vamos a terminar teniendo sexo rudo-trago en seco mientras mi centro empieza a gotear.

Me acomodo como Max me explica aunque no me llega a tocar o acercarse demasiado lo cual es toda una tortura.

-No sabía que dibujaras-digo intentando opacar el silencio matador, Max frunce su ceño como si le molestara que lo desconcentrara.

-Hay muchas cosas que no sabes de mi-dice misteriosamente y cuando intento hablar de nuevo Max me regala una mirada que ni la describiré, hago una mueca con mi boca in tentando distraerme para no pensar en lo excitada que estoy.

El Arte Del Amor/ TERMINADA [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora