CAPÍTULO 37

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—Sube el brazo un poco más—ya habíamos cambiado de pose ahora le estaba dando la espalda mientras él me dibujaba,  de un momento a otro siento su respiración pesada en mi cuello  me alerto y abro mi boca sintiendo cálidos besos  recorrer mi cuello y poco a poco van bajando por mi columna vertebral hasta llegar a mi nalga la cual muerde y me da una fuerte palmada, vuelve a subir y toma rudamente mis labios adueñándose de ellos como si fuera su dueño y señor.
—Que te prometí que te haría—dice con las pupilas dilatadas.

—Follarme rudamente—digo en medio de un gemido
—Eso hare cariño—toma mi cabello fuertemente para jalarlo provocándome escozor aunque no le hago caso cuando siento su boca en toda mi coño comiéndolo sin pasión y las sensaciones se multiplican al sentir su deliciosa piercing, gimo y agarró fuerte su cabello para que no se aparte aunque el tiene intención de todo menos apartarse de mi.

Se me ocurre una gran idea y con todo el dolor del alma lo aparto y ante su incrédula cara le hago una señal para que espere, voy rápidamente al armario y saco una caja la cual está llena de material pinturas  tomo algunas pinturas y voy en puntillas para que Max no me escuche, mojo mis dedos con la pintura roja y tomándolo por sorpresa hago un camino por toda su espalda, el voltea inédito y sonríe al darse cuenta de mi plan.
—Chica traviesa—comenta antes de tomar una pintura rosada y trenzar mis senos y pezones suspiro al sentir la delicadeza con la que traza las líneas.

—Tengo una idea—dice para luego pararse y acomodar su paquete el cual se remarca deliciosamente e ir por más pintuas, cuando vuelve lo estoy estoy esperando con ansias, toma mi rostro y choca sus labios con los mío dándonos un beso que promete sexo mucho sexo.
Con los dedos que no tiene pinturas juega con mi clítoris antes de enterrarlos en mi interior y hacerce dueño de mi placer, logro ver distraídamente como toma más pinturas y las empieza a esparcir por todo mi cuerpo, toma mi mano y la lleva para mí centro.
—Hazlo—demanda indicando que me masturbe—Como lo hiciste en mi casa, sin algún tipo de vergüenza—rio distraídamente la verdad si era bien atrevida.

Empiezo a mover mis dedos por mi clítoris mientras gimo suavemente aunque esos gemidos poco a poco van aumentando.

—¿Qué sientes?
—Placer, ahhh, mucho placer—Max sigue pintando mi cuerpo aunque no le prestó demasiada atención cuando mis piernas empiezan a temblar lo que me indica que estoy apunto de llegar a mi orgasmos, Max es caricativo conmigo y aparta mi mano y sustituirla por la de él mientras me besa apasionada y cariñosamente hasta llegar a mi mayor punto, un delicioso orgasmo que me deja delirando.


—Max si…si…te quiero —
—Yo también te quiero mucho preciosa, ¿Cómo te sientes?
—Fantásticamente genial—digo como una niña pequeña trabandome de lo emocionada y feliz que estoy.
—Ven—intento decesperezarme por qué ya me había dado un poco de sueño y me dejó guiar por Max hasta llegar al otro extremo de la habitación donde tiene una gran lienzo colgado—Aqui—me acomoda frente al lienzo y me indica que me recueste sobre el para dejarlo pintado con la pintura que tengo sobre el cuerpo, Max me termina de acomodar o retocar algunos lugares para luego alejarme de él y poder admirarlo, se podía ver toda la figura junto algunos detalles de flores y espirales que según Max luego los arreglaría, podía ver cómo trazo las líneas de mi monte de venus junto la de mis senos pero con los toques que le dio no sé ve vulgar por el contrario se ve delicado y hasta me atrevería a decir que elegante.

—¿Te gustó? —pregunta mientras se acerca y acaricia mi cabello y sopla mi cuello creandome escalofríos.
—Si —respondo en un susurro para luego voltear pasar mis brazos por su cuellos y subir mis piernas a sus caderas mientras nos besamos delicadamente totalmente contario a nuestros  besos de minutos atrás.


Max nos vuelve a llevar de nuevo al sofá y al entrar en contacto nuestras pieles desnudas y calientes nos dan escalofríos a los dos y sonrió al ver que su cuerpo también reacciona como el mío a la presencia o al contacto con el otro.

Se sienta y me deja sobre el en su regazo empiezo a hacer pequeños movimientos circulares con mi cuerpo y bajo mis vista al ver que lo manche con la pintura que tengo por todo mi cuerpo, tomo un poco de la pintura fresca que quedó en su pecho y hago líneas hasta llegar a sus boxer los cuales con mis dos manos los bajo lentamente para provocarlo, al terminarlo de quitar me arrodilló y admiro su erecta polla junto al piercing que está goteando, remojo mis labios y dejó un beso en su piercing mientras lo miro directo a los ojos y empiezo a lamer su glande poniendo mis ojos en blanco como si estuviera comiendo un helado, de repente meto toda su polla o lo que me cabe de sus 25 centímetros, empiezo a mover mi cabeza de arriba abajo disfrutando como su respiración se vuelve pesada y empieza a perder el control hasta el punto de tomarme y ponerme contra el sofá dándole la espalda y enterrarse en mi interior sin piedad, apoyo un pie en el sofá mientras el otro lo dejo en el piso disfrutando de sus fuertes embestidas que me dejan en puntillas, solo hacen falta dos o tres más para poder llegar al clímax que me deja totalmente rendida y con una gran sonrisa.

****

Miro por Internet a que lugar podemos ir hoy mientras Max hace unos pancakes lo cual por lo visto son su especialidad, dejó que la página carge mientras veo el gigante cuadro que adorna toda la pared y que está secando ya que Max a primera hora de la mañana madrugo para  poder retocarlo, me tiene totalmente hipnotizada el cuadro, poder ver mi silueta junto con las más mínimos detalles como algunas cicatrizes pequeñas o vellos en mi monte de venus, pero el toque se lo dan los colores sobrios y los detalles elegantes como espirales y flores.

Mi estómago ruge al olor el delicioso aroma de los panckes que por lo visto ya  están listo, Max los pone en el comedor donde estoy sentada y los acompaña con miel y jugo de naranja.

—Gracias—le agradezco y no espero un segundo más en comer, el me guiña el ojo.

—Vayamos a Tropicana Club.
—Okey—responde con simplesa.





Decido ponerme un vestido que llega hasta mis muslos floreado de manga larga y la espalda descubierta. Por debajo me pongo mi vestido de baño y lo acompaño con unas sandalias bajas, Max viste simplemente una camisa basica, shorts playeros y también unas sandalias.

Ponemos el GPS y vamos en el carrito de golf que alquilamos en camino a el club.



Inmediatamente llegamos y compramos las entradas donde nos ponemos unas manillas indicando que podemos ingresar, decir que el lugar está lleno es quedarse corto, hay personas en cada rincón pero de buena manera, justo cuando llegamos están una chicas bailando en una especia de altar improvisado con mesas juntas y todos a su alrededor las animan o al igual bailan junto con un DJ en la plataforma poniendo electrónica y pop.

Unos chicos se suben a una mesa y destapan una champagne rociando la a todos, el ambiente es simplemente fantástico todo grita fiesta y locura.

Alguien toma mi mano y me arrastra lejos de mal lo cual me alarma y también a Max que no duda en jalarme de regreso.

—Hey tranquilo solo necesitamos nenas para un show—lo calma la chica aunque Max inseguro va tras nosotras.

Llegamos hasta una especie de camerino donde varias chichas se acercan y preguntan si tengo vestido de baño lo cual asunto y me ayudan a organizar, me explican que van a hacer un show hawaiano y necesitaban a mujeres lo cual a cada que veían la “raptaban” para el show.

Se llevan a Max fuera del camerino  y le indico que se valla tranquilo al igual yo sola me podía defender.


Era muy gracioso ya que habían mujeres de todos los países y no todas hablábamos el mismo idioma, una chica es rusa y no hablaba inglés otra era asiática y solo hablaba un poco de inglés por lo cual nos tocaba comunicar en señas o con mimica lo cual era muy chistoso.


Entre todas nos maquillamos y nos ponemos los típicos cocos de brasier y la típica falda hawaiana, improvisamos un pequeño baile y salimos a hace el show.

El Arte Del Amor/ TERMINADA [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora