CAPÍTULO 50

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Alessha

Todo comenzaba a tomar sentido, suponía que había sucedido algo con Max por qué era muy extraño que siempre sin falta viniera a visitarme y se empeñara tanto, ahora resulta que somos novios, simplemente sorprendente.

—Debemos de tomarlo con calma —lo escucho mientras el peina mi cabello —Todo esto debe ser nuevo para ti y quiero que lo tomes con calma y no te estreses, si necesitas tiempo, te lo daré.
—Todo esto es muy…extraño, pero me gusta, me gusta como me tratas y te preocupas por mí.

Sonrie y deja un pequeño beso en mis labios, hoy por fin me daban de alta, estaba organizandome para ir a casa.
Max me ayuda en todo momento, por último firmó algunos papeles y subo al auto.
—Te parece si vamos a almorzar.
—Si, por favor, estoy muriendo de hambre.

Y también necesitaba algo de aire fresco, dos meses estando en el hospital, solo en la habitación y de vez en cuando saliendo al jardín me estaba volviendo loca.

Aparcamos y entramos a un bonito restaurante. Ordenamos y aunque no hablamos tanto se sintió reconfortante, tal vez seguíamos sin tener la misma confianza que teníamos antes pero sabía que poco a poco avanzaríamos.

Por hoy me quedaría con Max pero ya mañana voy a la casa de mis padres; la razón por la que no tengo casa propia es por miedo, miedo de Alex y que pudiera hacerme daño sin nadie para impedirlo.

Almorzamos y luego vamos por un helado, disfrutamos del atardecer y subimos al auto.
—Max despacio por favor —le pido a Max con mi voz temblorosa, sabía que el accidente había sido en auto y aunque intentaba ser valiente estaba que abría la puerta y poder salir lo más pronto posible del auto.


Luego de algunos minutos, ya que fuimos extremadamente lento, aunque le dije a Max que si quería podía ir un poco más rápido ya que estábamos generando tráfico el se negó diciendo que no quería preocuparme. Lo mire tiernamente, bajo esa capa de músculo y seguridad Max es una persona muy tierna que pudo haberse rendido pero siguió hay por mi…por nosotros.



Llegamos a su apartamento y voy despacio ya que tengo miles de deja vu con este lugar.

Deja mis pertenencia y me ofrece un vaso de agua, pedimos comida a domicilio y nos sentamos en el sofá. Max enciende la chimenea y destapa una botella de champagne sin alcohol ya que no podía ingerirlo.

—Quiero que me cuentes todo —me mira sin comprender —Como nos conocimos, desde el inicio.

Max asiente e inicia la historia, a medida que me va narrando todo llega a mi mente como si una película se estuviera reproduciendo, más de una vez le pido que se detenga intentando recordar el momento, se que se salta algunas partes por qué cuando llega a estas se detiene abruptamente y se sonroja o carraspea y dice que luego me lo dirá.

Alrededor de las once de la noche, con la chimenea encendida reflejando nuestros rostros, música de jazz de fondo, me encuentro envuelta en sábanas con mi cabeza recostaba en los muslos de Max mientras el acaricia mi cabello e intenta trenzarlo, no se exactamente cuando pero quedó profundamente dormida.

****

Despierto sintiéndome en las nubes, literalmente, abro mis ojos y me doy cuenta de que estoy en lo que debe ser la cama de Max, aspiro y sonrio, huele a él, decido quedarme en la cama un rato más y sin querer vuelvo a quedarme dormida.
Vuelvo a abrir mis ojos y me estiró, salgo de la cama y voy a la cocina por agua, tengo mucha sed.
Cuando llegó encuentro a Max en la cocina, con su torso desnudo y solo con unos jeans.
—Buenos días —saludo.
—Buenos días.
—Me das un vaso de agua por favor —asiente e inmediatamente me lo entrega.
—Hiciste el desayuno —pregunto al ver como sirve en dos platos variedad de fruta y panes.
—Juro —se ríe —Juro que quise hacerlo, hacerte algo especial pero siento como si un camión me hubiera pasado por encima.

Y apenas logro darme cuenta de que en el sofá hay unas almohadas y sábanas como si alguien hubiera dormido en el.
—Dormiste en el sofá —básicamente afirmó.
—Si, por que quería que dormirás cómodamente y no quería acostarme en la misma cama contigo sin tu consentimiento.

Sorio con ternura, este hombre me va a matar.
—Ciertamente no me molestaría —comento y me dirijo hacia el colgandome en su cuello y dejándole un pequeño beso en los labios.

Max se impresiona pero rápidamente me envuelve con sus brazos, sonríen y antes de poder subir  de nivel me suelta.

—Sera mejor que desayunemos.

Ambos nos  acomodamos en la mesa y empezamos a desayunar.
Esta vez desayunamos  y conversamos gustosamente. Luego nos duchamos y arreglamos para ir donde mis padres.
Cuando estoy acomodando mis pertenencias, Max hace una pregunta que me deja pasmada.

—Quién es Alex.

El Arte Del Amor/ TERMINADA [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora