CAPÍTULO 46

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Toco la puerta con mis nudillos desde adentro se pueden escuchar las pisadas y luego la puerta ser abierta, ella suelta un grito ahogado y se tira sobre mi.
—Oh dios mío Max, pensé que te habías olvidado que tu madre sigue existiendo — dice con dramatismo mi señora madres.
—No exageres madre —le devuelvo el abrazo — Estaba un poco ocupado y justo por eso vine, necesito hablar contigo.

Asiente y le pide a la señora Mars que le preparara el te ya que era hora.

Salimos a la parte trasera de la casa.
—¿Y mi padre? —pregunto.
—En este momento está en una reunión, ha preguntado mucho por ti, nos tenías muy preocupados nuestra última comunicación contigo fue cuando subiste al avión para regresar.
—Lo lamento mucho — tomo sus manos entre las mías —Te voy a hablar algo muy serio para mi madre, espero que me escuches detalladamente y pienses antes de comentar.

No muy segura asiente y proceso a contarle la historia desde el inicio, como conocí a Alessha y ciertamente como me hipnotizo por su belleza y su forma de ser, intento ser lo más transparente posible aunque obviamente omitiendo algunos detalles.



Le cuento también sobre el accidente y sobre cómo espero que me ayude y acepte mi nueva relación y dejé en el pasado a Jules que por lo cierto ha estado desaparecida y muy silenciosa, una espina en mi me dice que deberá estar tramando algo dejó esos pensamientos a un lado concentrándome en el ahora.

—Oh cariño enserio lo lamento —dice con sus ojos llorosos —Como me la describes Alessha debe de ser una mujer maravillosa, pero, ten por seguro que tu padre y yo vamos a estar ahí apoyándolos y cuando la situación mejore me gustaría que la invitarás a cenas con nosotros.
—Está bien madre —me da un abrazo el cual le de vuelvo y acepto almorzar con ella para luego regresar al hospital.



****


Cuando voy en camino hacia el hospital decido detenerme en una tienda y comprar algunas flores, tulipanes, los favoritos de Alessha.

Llego al hospital y entro a la habitación ya que es la hora de visita y me encuentro a la madre de Alessha sentada al lado de su hija rezando.

Pretendo devolverme para darles privacidad pero ella nota mi presencia.
—Hijo entra —
—Buenas tardes —ella murmura un saludo de regreso.

Me quedo parado a su lado, ambos contemplando a Alessha la cual descansa sobre la camilla con expresión de tranquilidad.

—Solo espero que mi hija salga rápido de esto y solo quede como una anécdota.
—¿Ya atraparon a los responsables? — pregunto.
—Mi marido está trabajando en eso, haremos pagar a los responsables; es un proceso un poco complicado ya que Alessha conocía a esa persona la cual tiene demasiada influencia y poder, por lo que puede comprar a la policía y al juez y quedar libre.
—¿Ella lo conoce?
—Si, pero como he dicho no es asunto mío contarte.

Me trago mis dudas y ponga las flores que traje, saco las anteriores que ha están marchitas y en el baño boto el agua del florero y la cambio por otra, dejando las flores en la mesa a un lado donde descansa Alessha intentando darle un poco de armonía al espacio.

Andrea, mi suegra, se despide de mi diciendo que iba a buscar a su marido, asiento; abro la ventana para que entre aire fresco, lleno un vaso con agua, acomodo las sábanas de Alessha quitando las arrugas inexistentes, monitoreo que todo se encuentre en orden y cuando creo que toda esta donde debe de estar, me siento en el pequeño sofá tomando la mano de mi novia junto la mía mientras leo un libro.




Abro lentamente mis ojos y encuentro la sala a oscuras, me estiró y voy hacia el interruptor de luz y cuando estoy encendiendo la luz empieza un sonido similar a un pitido el cual hace eco por toda la habitación alarmado corro hacia la camilla y encuentro que en el monitor donde controlan los latidos de Alessha se vuelven plano y posteriormente aperce un anuncio en rojo, totalmente alarmado con el pulso a mil y lágrimas saliendo de mis ojos, presionó el interruptor para llamar a una enferma o alguien quien pueda ayudar, lo presionó hasta que me duele el dedo y al ver que no aparece nadie saldo corriendo en busca de ayuda.

Los padres de Alessha y Anna que se encuentran allí preocupados preguntar qué pasa al verme tan alterado.
—Alessha ell- ella… no se… pa-parece que algo no e-esta bien —y por primera vez mi voz se quiebra.

Aparecen doctores y enfermeras que entran corriendo a la habitación, aunque intentan mantenerme afuera logro colarme y entre todo el desastre pronuncian una palabra que hace que mi corazón y mi mundo se detengan.
—Posible muerte cerebral.

El Arte Del Amor/ TERMINADA [+21]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora