Capítulo 12

137 12 2
                                        

Satoru Gojo.

Había extrañado todos estos momentos.

Hanae recostada a lado mío mientras ambos veíamos la televisión. Era como si el tiempo nunca hubiera pasado, como si todas esas charlas adolescentes se volvieran a retomar.

. - ¿No les dirás que iremos con Tsumiki? - pregunté mientras masajeaba mi cara con la mascarilla.

. - No - negó ligeramente con la cabeza. - Se que ahora corro peligro estando yo sola, es por eso que irás conmigo. No quiero que se alarmen.

. -¿Has asumido que iré contigo? ¿Qué tal si tenía algo importante que hacer? - contesté fingiendo indignación.

. - Nunca le has prestado demasiada atención a las cosas importantes - dijo mientras reía.

. - Ahora te estoy prestando atención a ti - respondí mientras guiñaba mi ojo izquierdo.

Me estampó el almohadón en el abdomen, mientras las risas inundaban la habitación.

. - No deberías decir cosas así, cualquiera asumiría que tenemos algo - susurró avergonzada.

. - En especial Nanami - mis cejas subían de arriba a bajo. - Te estás tardando en contarme . . . 

Hanae suspiró con frustración, se quitó la mascarilla de la cara y me miró.

. - No he tenido tiempo de nada, ni siquiera se lo he contado a Leiri y si que ha estado insistente en que la ponga al corriente - rio nerviosamente. - Nos besamos.

. -¡¿Qué tan pronto?! - grité emocionado.

. - Shh, baja la voz, alguien podría escucharnos -  me regaño.

. - Pero es que no me puedes soltar una cosa así nada más, ¿Tan rápido? - pregunté asombrado.

. - Somos adultos ¿Qué esperabas? - contestó mientras se sujetaba el cabello. - Tenía, tengo ganas de hacerlo. No existe otra persona para mi - confesó avergonzada.

. - Me alegra saber que sigues sintiendo lo mismo todos estos años por . . .

Un ligero ruido se escuchó en el pasillo y yo sabía perfectamente de quién se trataba. De quién escuchaba nuestra conversación del otro lado del pasillo.

Misión: Unir a Hanae con Nanami nuevamente. Iniciada.

Hanae se levantó en un intento de ver de quién se trataba.

. - Espera - la detuve. - No puedes dejarme así, necesito más - reí internamente, amaba las oraciones con doble sentido. - De verdad sentí casi un infarto instantáneo al escucharte decir que tenías esposo.

. - Lo noté - afirmó burlándose de mi. -Hikaru no . . . no lo veo de esa manera, no de una forma romántica.

Asentí. Gracias a la habilidad de los seis ojos, puede notar como la energía de la persona que estaba detrás de la puerta, se esfumaba.

. - Tienes que contármelo todo - le exigí. - Excepto las escenas sexua...

Su pie se estampó en mi cara. Reí al verla tan avergonzada que esa pequeña acción me hacía sentir como si el tiempo nunca hubiera pasado.






Odiaba levantarme temprano, odiaba las mañanas frías.

Entre en la ducha, tratando de que mis músculos se relajaran bajo el agua caliente.

New TimeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora