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Capitulo 50: Final

Narrador Omnisciente. 

El mundo se había pausado.

El solo sonido de sus corazones acelerados eran escuchados por todos. 

Y en tan solo un segundo, un grito lleno de horror brotó de sus labios.

. -¡No! ¡No! - gritó Satoru corriendo en dirección a sus dos mejores amigos.

Los ojos de Hanae se abrieron en su totalidad y Geto solo pudo dedicarle una suave sonrisa. El pelinegro cayó entre sus brazos, sintiendo la cálida sangre recorrer su abdomen.

. - Geto -susurró, sintiendo como las lágrimas abandonaban sus ojos.

. - No llores, esta bien, todo estará bien - sonrió, tratando de tranquilizarla.

Satoru se arrodillo junto a ellos e hizo el impulso de tomar el cuerpo de su amigo entre sus manos.

. - Espera ¡Espera! ¡No lo muevas! es mejor si traes a Shoko aquí - Hanae lo detuvo, sintiendo como sus manos temblaban al presionar la herida de su amigo. - Va a desangrarse más rápido.

 Satoru asintió y tomó un poco de impulso para ir a dónde se encontraba Shoko pero Geto lo tomó de la mano para impedirlo.

. - Quedate, no quiero que te vayas - susurró, tomando la mano de Satoru entre las suyas.

. - Geto . . . yo . . .

. - No digas nada, ninguno de los dos. Ambos sabíamos que las cosas no podían ser perfectas siempre ¿no?

. - No vas a morir, yo prometí . . .

. -  ¿Qué me traerías de vuelta? Lo hiciste, estoy aquí - contestó, sintiendo como la sangre brotaba de sus labios.

. - No puedes. . . no puedes morir, no de nuevo - exclamó Satoru con cierta molestia en su voz.

Geto sonrió, tomó las manos de las dos personas más importantes en toda su existencia. 

. - Esta bien, tal vez en otra vida podamos estar juntos por fin - susurró, sintiendo como sus extremidades se adormecian. - Ahora solo voy a cerrar los ojos un segundo . . .

. - No, no, no Geto. No te duermas, por favor quédate conmigo - Hanae elevó su voz, sintiendo como el agarre de Geto se volvía más débil. - Tienes que quedarte conmigo.

. - Geto, Geto despierta - Satoru se desesperó y se acercó un poco más para tomar a su amigo de los hombros. - Eres mi mejor amigo, el único que he tenido, no me dejes de nuevo . . .  

Pero Geto no respondió y dio su último aliento, escuchando aquel 'Te amo' que Satoru susurró.

. - ¡No! ¡No! No estás muerto - Hane gritó, colocando sus manos contra el pavimento. - Las cosas no deberían terminar así, tú no tenías que morir, si no yo . . .

Y entonces soltó un grito enormemente desgarrador, todos los presentes pudieron escuchar sus gritos y sollozo. Nanami y Hikaru cerraron un instante los ojos, sintiendo una ligera opresión en el pecho.

Satoru tomó a Hane entre sus brazos, quién se negaba a ser abrazada por él. 

. - Las decisiones que tomaste, lo llevaron hasta este momento Hanae -  Kenjaku se hizo presente, mirándolos desde el aire con un ápice de burla en sus ojos. 

Hanae lo miró fríamente, sintiendo como sus lágrimas se detenían.

. - Muere, muere - susurró, mirando fijamente a la maldición. - Morirás, yo te mataré.

Y se alejó de los brazos de Satoru de una manera tan fácil, que él sintió cómo se hundía un poco en la tierra.

Su mirada estaba perdida, un completo y oscuro abismo había tomado a profundidad el color de sus ojos. Ni siquier podía escuchar como Satoru le llamaba.