Capítulo 25

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Este capítulo tiene contenido sexual, leer bajo su responsabilidad.

Araki Hanae.

Creí que me costaría dormir, pero no fue así.

Después de la tremenda confesión y revelaciones que Satoru me dijo, ni siquiera supe como reaccionar o si siquiera tendría derecho a hacerlo.

Había olvidado a mis padres, había olvidado la voz de mi madre y el calor de los brazos de papá.

Todo lo que sabía eran solo sus nombres y tampoco podía indagar más en mi pasado, porque levantaría sospechas y terminarían descubriendo quién soy en realidad. Terminaría poniendo en peligro a los demás.

Y no quería que más personas murieran por mí, ya no.

Lo único que me había mantenido cuerda durante todo la noche, precisamente desde que me entere. Quién me había consolado todo este tiempo, había sido Kento.

Me susurró palabras llenas de aliento y amor al oído, me tomo entre sus brazos y dejo que me recostará sobre su pecho, para que me concentrara solo en los latidos de su corazón, solo en él.

Hablamos toda la noche y por supuesto que se quedo a dormir en mi habitación.

Justamente, ahora, estaba dormido. Con el cabello ligeramente alborotado.

No traía una camisa puesta, haciendo que pudiera detallar sus fuertes y musculosos brazos.

Lo observe durante unos momentos, estaba boca a bajo con la cara volteada hacía a mí. Sus delgadas y finas pestañas, descansaban con tranquilidad. Sus labios rosados descansaban en una línea recta.

Lo observe por minutos, para solamente asegurar lo que sentía por él. Lo fuerte que es el sentimiento que siempre me abarcaba cuando lo miraba.

Ojala pudiéramos quedarnos así un poco más.

Ojala y todo el caos que se aproxima, no lo alcancé, no a él.

. - ¿Cuánto más me vas a mirar así? - susurró adormilado, sorprendiéndome.

. - ¿Cuánto más ibas a fingir estar dormido? - pregunte con falsa indignación.

Suspiró, pasándose la mano por el rostro.

. - Es de mala educación responder una pregunta con otra - se sentó contra el respaldo de la cama.

. -¿Debería disculparme por observar a mi guapo y tan apuesto novio? - dije, mientras me sentaba a su lado.

. -No, mi hermosa y curiosa novia no tiene que disculparse - me miró directamente a los ojos y abrió sus brazos en mi dirección. - Ven aquí.

Me acerque a él y deje que sus brazos me envolvieran. Sentí como besaba mi frente y peinaba mi cabello.

. - ¿Cómo te sientes? - preguntó, estrechándome entre sus brazos.

. - Mejor, me siento un poco más tranquila - confesé, separándome de él para observarlo. - No sabes lo mucho que me ayuda que estés conmigo, de verdad te lo agradezco tanto.

. - No tienes que agradecer, es para mí un honor que  compartas tus sentimientos conmigo - respondió. - No sabes el alivio que siento al escuchar eso.

Me sentí, como si estuviéramos de nuevo en la adolescencia. Con la cara colorada por las palabras sinceras de mi novio.

Giré mi rostro para ocultar mi sonrojo.

. - ¿Qué? ¿Porqué ocultas el rostro? - preguntó Kento con diversión.

Me tomo con ambas manos y me sentó sobre sus piernas, tomo mi rostro con una sola de sus manos, dejando al descubierto mi timidez.

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