Capítulo 47

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Araki Hanae.

Se sentía como un sueño, uno de esos hermosos sueños que alteraban toda la química de tu cerebro y te hacían despertar feliz.

Pero yo sabía, que cuando despertará de este hermoso sueño, no iba a ser feliz.

Porque aún tenía una última pelea que dar, personas a las cuales proteger. Una razón para seguir viviendo.

Observaba su rostro, el como había madurado y como las arrugas habían comenzado aparecer. Media el largo de su cabello azabache con la punta de mis dedos, nunca me había podido imaginar lo largo que llegaría a ser.

Y sin embargo, aquí estaba. Sonriéndome y brindándome esa calidez que lo caracterizaba.

. - ¿De qué vas a pedir tu helado? - preguntó, recargándose sobre mi hombro.

Ambos estábamos esperando en la fila.

. - No lose, talvez de vainilla - respondí indecisa. - ¿Y tú?

. - Fresa - respondió con seguridad. - Podemos compartir, tú pruebas el mío y yo el tuyo.

Sonreí, notando cómo aun cuando las cosa eran sencillas, trataba de siempre pensar en mi.

. - Trato hecho - acepté, abrazando su cintura.

Ambos caminamos a la par y ordenamos lo que habíamos dicho. Nos sentamos juntos un poco alejados de los enormes ventanales que había dentro del local.

El mundo parecía tan armonioso y bueno, con todas estas personas viviendo de una manera normal. Sonriéndose entre sí.

. - ¿Puedo preguntarte algo? - dije, aún insegura de si lo que iba a preguntarle era una buena idea.

Sus facciones se suavizaron, Geto tomó un poco de su helado con la cuchara y lo dirigió a su boca.

. - Dime - contestó, haciéndome saber con su mirada que tenía toda su atención.

. - Cómo te lo digo. . . Bueno, es simple curiosidad pero. . .¿Amanai estaba enamorada de ti?

Sus cejas se fruncieron demostrando la confusión de mi pregunta.

. - ¿Por qué me preguntas eso?

. - Bueno. . . es que tuve un sueño bastante raro - comencé a explicarle. - Ella estaba muy enojada conmigo y no quiere que yo esté cerca de ti, me dijo que. . . eras suyo.

Geto frunció aún más sus cejas, como si las palabras que salía de mi boca no tuvieran sentido.

Pero para mí tenían todo el sentido del mundo. Aquel día en el que desperté, el rostro de Amanai había aparecido frente al espejo del baño, me había insultado y amenazado con torturarme en mis sueños, si no dejaba y me alejaba de manera inmediata de Geto.

Geto no tenía que saber que aquello no había sido un completo sueño, no tenía porque seguir preocupandose por mi.

. - Bueno, nos llevábamos muy bien - respondió y noté el comó dudo en continuar. - Ella fue. . . la primera chica que deje entrar después de que tu te fuiste.

Yo asentí, re afirmando lo que Satoru me había confesado hace bastante tiempo.

. - Fue un sueño bastante extraño - admití, soltando un corto suspiró. - Pero fue un solo sueño.

Él asintió y siguió comiendo en silencio.

. - Pero no lo entiendo - susurró, haciendo que yo lo mirará fijamente. - ¿Por qué soñarías con alguien que no conoces?

. - Bueno, Satoru me contó unas cuantas cosas sobre ella - aseguré. - Tal vez mi mente mezclo mis miedos con pensamientos simples.

. - ¿Tus miedos? ¿Le tienes miedo a Amanai? - preguntó.

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