Capítulo 40

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Nanami Kento.

Había pasado tan solo un mes, pero se sentía como una eternidad el no tenerla a mi lado.

Era más que evidente lo mucho que todos la necesitabamos aquí, lo preocupados que estabamos por no saber si quiera el estado en el que se encontraba.

Dormía todas las noches con el temor de haberla perdido sin siquiera darme cuenta y despertaba cada mañana con la esperanza de que hubiera regresado.

Pero no era así.

No sucedía nada.

Parecía como si el tiempo se hubiera detenido y me hubiera quedado estancado en esta realidad en la que ella no volvía jamás.

. - Nanami - la voz del pequeño Nori interrumpió mis pensamientos.

Se encontraba de pie en el umbral de mi habitación, sujetaba la mano de su hermano Seiji, quién se restregaba los ojos con cansancio.

. -¿Podemos dormir con usted? - preguntó con timidez.

Me alejé de la ventana y me hinque ante ellos para quedar a su altura.

. - ¿Tuvieron una pesadilla? - pregunté con preocupación.

. -Esta vez fui yo, pero no quiero dejar solo a Seiji en la habitación - respondió, mirándome un poco avergonzado.

. -Esta bien, no tienes nada de que avergonzarte - les sonreí con calidez. - Los sueños no son algo que podemos controlar.

Ellos asintieron y me siguieron hasta mi cama.

Retire un poco las sábanas y ambos se introdujeron en ellas. Los cubrí hasta la altura del pecho y me miraron pacientemente, mientras me sentaba en una horilla de la cama.

. - ¿Quieren que les lea un cuento? - pregunté y ellos al instante negaron.

. - A los cuentos se les debe prestar mucha atención - comentó Seiji. - Mejor platiquemos.

Sonreí levemente por la forma de hablar del mayor, siempre me hacían sentir tan viejo cuando hablaba con ellos.

. -Veamos . . . ¿Sobre que cosa les gustaría escuchar?

Ambos se miraron el uno al otro, como si estuvieran comunicandose por sus pensamientos.

. - ¿Cómo era Queen cuando estudiaba aquí? - preguntó Nori haciendo que mi corazón se estrujara al recordarla.

. - Pues . . . verán, cuando ella llegó no estábamos del todo seguros de que era una persona confiable - comenté, recordando con una sonrisa nuestra primera interacción. - Pero cuando me senté frente a ella y me ofreció de su comida . . . me cautivo en ese momento.

«Eran los mejores rollitos que había probado. »

. - Queen siempre ha cocinado delicioso - río Nori.

. - Así que conquisto a todos aquí por . . . ¿El estomago? - preguntó Seiji con diversión.

. - Bien dicen que ¨barriga llena, corazón contento.¨

Ambos negaron con diversión, como si les fuera imposible creer la forma en la que ella nos había cautivado.

. - Hanae siempre defendía a Ijichi de las bromas de Satoru y cuando Satoru le jugaba una broma a ella, ella siempre iba con el director Yaga a quejarse - recordé como siempre contemplaba aquellas escenas con una sonrisa. - Satoru terminaba limpiando el almacén de armas.

Y así paso el tiempo, mientras yo les contaba anécdotas divertidas y ellos solo escuchaban o se reían de cada situación extraña que yo lograba recordar.

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