Capítulo 14

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Araki Hanae.

El  sol estaba en su punto máximo, haciendo que los arboles de cerezos se iluminaran tanto, que los pétalos parecían hermosas perlas rosáceas.

Caminaba entre el pasto y las hojas, mis pies descalzos eran bien recibidos por el calor del suelo. Era demasiado hermoso para ser verdad, porque era un lugar tan relajante y divino, que me daba paz.

 ¨Tienes que darte prisa¨¨No te queda mucho tiempo¨ Escuché una voz que reía en el aire, una voz que me llamaba a lo lejos.

. - ¿Quién eres? - grité al aire para recibir respuesta.

. - No es importante el quién soy, es importante que tenga que tengas que aprender  a leer la señales -  susurró aquella voz suave y masculina.

Corrí entre los árboles y a lo lejos visualice la figura de un chico, de cabello negro y corto. No podía verle bien la cara porque estaba de espaldas. Quede unos metros separada de él

. - Cuando la ultima hoja de cerezo toque la tierra, todo estará perdido - se giró para verme, alzó su mano y sonrió animadamente. - Hasta entonces, nos vemos. Araki Hanae.

Y desapareció.

Desperté.

Desperté envuelta en sudor frío que me hacía temblar, era como si hubiera gastado mi energía. Estaba demasiado confundida por el  . . . ¿sueño? ¿Quién era ese chico?

Su rostro y cada una de sus facciones suaves estaban grabadas en mi mente. No era mayor que yo, de hecho me atrevería a decir que aun era adolescente, pero no conocía a ninguna persona así. No en la vida real, nunca lo había visto.

Escuché un ligero golpe en la puerta de mi nueva habitación.

. - Pasé -  dije mientras trataba de arreglarme un poco.

. - Hanae, Buenos días -  saludó Leiri mientras entraba en mi habitación pero se detuvo al notar mi aspecto. -¿Está todo en orden? ¿Necesitas que llame a alguien?

.-  No, no. Estoy bien - traté de sonreír. - Solo pasé mala noche.

. - ¿Crees que te voy a creer eso? -  preguntó mientras alzaba una de sus cejas.

. - Cierra la puerta -  le ordene suavemente. - Con seguro, no quiero que me vean así.

Ella asintió, cerró la puerta y se sentó al borde de mi cama.

. - ¿Puedes contarme? - suavizo el tono de su voz.

. - Tuve un sueño extraño, me siento agotada y tengo mucha hambre - suspiré. - Eso es lo que siento.

. -¿Okay...? - me miró tratando de entender la situación. - Ve a darte una ducha, vístete cómoda y te llevaré a la enfermería; me aseguraré de que todo esté en orden en ti. Y puedes contarme ese sueño extraño en el proceso.

. -De acuerdo -  accedí mientas salía de la cama.

. - Regreso por ti dentro de poco -  me sonrío para después salir de la habitación.

Si que iba a ser un día largo.






. - ¿Cuánto crees que dure esto? - pregunté mirando el cilindro que estaba a mi alrededor.

Bueno en realidad yo estaba adentro del cilindro. Escaneaba mis signos vitales, mi energía maldita, mi actividad cerebral, un sin fin de cosas que Leiri había explicado minutos atrás.

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