New Time

Capítulo 48

Nanami Kento.

. - ¿Y qué más han hecho? - pregunte, acomodando el ordenador sobre mis piernas.

. - Fuimos al parque y Tsumiki jugó todo el día con nosotros - festejó Nori, abrazando por los hombros a su hermano. - La abuela Zumi cocina delicioso y siempre está consintiendonos en todo lo que le pedimos.

. - Es verdad, aunque Rin siempre está llamando a mamá y a veces el tío Kotaro no puede hacerla reír - confesó Nori, haciendo que mi corazón se estrujará. - ¿No está con usted? Dijo que nos llamaría pero no lo ha hecho.

Traté de que mi rostro no se viera afligido.

. - Está en una misión, últimamente ha estado algo ocupada pero le diré que los llame en cuanto pueda - mentí, dedicandoles una suave sonrisa para calmar su ansioso corazón. - ¿La pequeña Rin está con ustedes?

. -Sí - ambos salieron fuera de cámara y unos segundos después regresaron con la pequeña en sus brazos. - Dile Hola a Nanami.

Sus pequeños ojos se centraron en la pantalla y aplaudió al instante en el que me visualizo.

. - Nami - sonrió, elevando sus manos hacía la pantalla.

. - Hola pequeña - sonreí, sus pequeños brazos no dejaron de extenderse hacia la pantalla y sonreír extensamente.

. - Rin, dile lo que hemos estado practicando a Nanami - Nori la ánimo y ella solo se quedó pensando unos cuantos segundos.

Cómo si tratará de recordar a lo que se referia su hermano.

Seiji se acercó a su oído y le susurró algo que solo la hizo sonreír.

. - Ye quielo - gritó con entusiasmo, haciendo que la calidez se extendiera por todo mi pecho. - Ye quielo Nami.

. - Ella dice que te quiere - comentó Seiji, haciendo una tierna traducción.

. - ¡Y nosotros también! - gritó Nori, abrazando a sus hermano.

Sonreí asintiendo, me sentía tan dichoso y tan afortunado de su cariño. Que se sentía como una ligera brisa que había alejado todos mis malestares.

. - Yo también los quiero - confesé, mientras los tres me sonreían. - Por favor cuídense mucho y sean abedientes con la señora Azumi.

. - Sí Nanami, usted también cuídese mucho - ambos hermanos agitaron su mano. - Es hora de que vayamos a comer ¡Hablamos después!

. - Nos vemos niños - me despedí brevemente.

. - Ye quielo - Rin volvió a gritar, haciendo que sonriera antes de terminar la videollamada.

Cerré la pantalla alejando el ordenador y colocándolo aún lado de mi.

El silencio ensordecedor de mi habitación me hizo sentir aún más conmovido. Fue hasta después que tome conciencia y sentí como mi rostro se había empapado por las lágrimas.

Era una extraña sensación, me sentía afortunado porque los niños me quisieran de esa manera, pero también sentía que no era merecedor de su cariño.

Les había mentido, para protegerlos pero aún así lo había hecho y mentirle a quien amaba no era algo que yo hacía.

Mentir, las mentiras condenaban a las personas.

Las mentiras de Hanae habían hecho crecer una enorme brecha entre nuestro amor.

Pero incluso después de haberla visto junto a Geto, aunque me mintiera todas esas veces, mi amor seguía siendo fuerte. Tan fuerte como la primera vez, tan fuerte como sus ganas de comerse al mundo.