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— Qué cuidadosos, sólo aparece la opción para hablar en privado, supongo que debería ser suficiente. — era satisfactorio para él tratándose de una persona tan importante — No puedo creer que sea el autor, quizás es un fan o un imitador, no puedo fiarme, seré directo y le preguntaré, no, puede que lo ofenda, en ese caso le seguiré la corriente y me daré cuenta si me miente. Dios, pero si es un fanático obsesionado lo imitaria a la perfección ¿qué debo hacer? ¿y porqué me estreso por un simple perfil?

Recibiste preferencia de Chrollo Lucilfer.

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— Esto, es un sueño... mi autor favorito... podría ser mi única oportunidad. — como persona analítica y paciente, seleccionó la tercera opción para enterarse de lo que conllevaba tomar su decisión.

Ver condiciones.

— Respira, Kurapika, respira.

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— Entiendo... seré precavido, me hace sentir seguro ya que lo advierten pero, aún no sé, quizás deba evitar socializar y sólo dedicarme a leer, supongo que la rechazaré. — y así iba a ser, sin embargo, no se dió cuenta de que  estaban en la fila para pagar y que ya era su turno.

— Kurapika, ¡seguimos nosotros! — Empujó Gon haciendo que al rubio se le resbalaran los dedos y casi se le caiga el teléfono. — ¡perdón! no quise empujarte así, Killua me estaba empujando primero.

— Somos muchos en la fila, ¿y si esperamos afuera? — propuso Killua sintiéndose molesto por tanta gente, las multitudes lo estresaban.

— Me parece bien — asintió Leorio quedándose para pagar — tú también deberías ir, Kurapika, te noto muy distraído.

— Dios... — el rubio estaba con la mirada perdida, el empujón que le dió Gon hizo que aceptara la preferencia sin querer.

— Kurapika. — volvió a llamar Leorio.

— eh, ¿si? — respondió apagando la pantalla.

— Ve al auto con los chicos, yo me encargo de pagar.— pidió pacientemente notando lo raro que estaba el Kurta.

— Oh, bueno, ya voy. — salió de la fila y del súper dirigiendose al auto, angustiado por su comportamiento. — ¿qué me está pasando? debo guardar mi teléfono de vez en cuando o Leorio va a molestarse si sigo distrayendome, pero no puedo evitarlo, tengo como contacto al escritor que más admiro y quiero saber si no es una farsa.

— Kurapika, compramos helado y adivina de qué marca es — dijo Killua abriéndole la puerta del auto — ¡¡¡el señor Chocorrobot!!!

— Killua, eso te emociona sólo a ti — corrigió Gon — eres al único que le gusta el Chocorrobot.

— ¿Insinuas que no es el mejor chocolate que has probado? — regañó el albino — ¡me las pagarás!

— ¡¡Aaa!! ¡Kurapika, ayúdame! —  suplicó Gon siendo perseguido alrededor del auto por el defensor del chocolate.

Pero él seguía en las nubes, impactado por el mensaje que no se hizo esperar tras salir del supermercado.

ChrolloLucilfer.12: Encantado de conocerte, Kurta, gracias por preferirme y aceptarme.