— ¡Brindemos! — levantó su copa junto al equipo de edición y otros socios de aquél club donde festejaban el éxito del talentoso escritor, su pieza maestra — ¡Es una noche maravillosa! mi gran amigo, es decir, mi mejor amigo — enfatizó con una sonrisa más larga que de costumbre — el mejor escritor del mundo, Chrollo Lucilfer, publicó su último libro del año, terminando su saga más popular con tan sólo 26 años. ¡Grandioso hombre! — levantó su copa al igual que el resto.
Aplausos resonaron entre la multitud, Chrollo, que estaba recargado en la barra de bebidas recibió la atención, así que decidió aportar algo para no verse como un aguafiestas que ya quería irse desde que llegó.
— No lo habría logrado sin ti, Pariston. — agradeció Chrollo haciendo una leve reverencia para luego brindar junto al resto.
— Obviamente. — presumió el nada modesto manager — ¡Para celebrar esta noche te he traído un pequeño obsequio! que entren las damas, por favor.
En eso, tres bailarinas exóticas entraron entre luces tenues y música suave para rodear al escritor.
— Damas... estas mujeres son... — Chrollo quería protestar, pero en cambio fué callado por el insistente hombre dorado.
— ¡Profesionales por supuesto! — aclaró Pariston evitando que Chrollo mostrara rechazo frente a los invitados — te has presionado mucho todo el año y no es correcto que jamás descanses y disfrutes la vida, no tienes que agradecerlo, ¡Wonka dijo, gozenlo!
— Pariston, espera, no. — para entonces el rubio brillante ya se había alejado con otro grupo de personas dejándolo en un área a solas con el servicio alrededor — Señoritas, lo siento, esto es... detenganse — dos de ellas entendieron de inmediato y se alejaron, en cambio, aún quedaba una rebelde viva.
— Relajate bombón, te haré sentir como en el cielo. — sedujo la última que destacaba más del resto.
— Dudo que en el cielo esto sea permitido.
— A veces las cosas buenas parecen malas. — continúo la mujer buscando el botón de su pantalón, a lo que Chrollo la detuvo gentilmente.
— Mujer, no dudo que parezcas una divinidad, pero no tengo tiempo para ángeles caídos.
— ¿Y lo dice el hombre que se apellida Lucifer?
— En realidad es Lucilfer. — corrigió ganándose el desánimo de la chica.
— Ay vamos, ya me pagaron el servicio, ¿qué se supone que haga?
Chrollo se dió cuenta de las necesidades de esas mujeres, tan sólo querían cumplir su tiempo.
— Sirvete lo que quieras y... baila con... — buscó a alguien al azar — ¡ese! el bajito de ahí — apuntó a un hombre de aspecto gótico con un abrigo que le cubría hasta la boca — se ve que está muy aburrido, ¿no? — dijo con sarcasmo, conocía bien a ese tipo, sólo le gustaba molestarlo — ve y sácale una sonrisa.
Ella, con toda su ingenuidad caminó directo al serio pero atractivo hombre que miraba el vacío en el rincón desde un disimulado sofá.
— Hola, ¿cuál es tu nombre? — saludó con su fingida voz seductora.
— Feitan. — respondió sin hacer contacto visual. A ella no le importó.
— ¿Quieres beber conmigo? — insistió tratando de hacer lo que Chrollo le dijo, pero fué cruelmente engañada.
— No. — cerró la corta charla levantándose del sofá — y vístete, pareces una prostituta. — se alejó dejándola sin palabras.
— Definitivamente tengo que buscarme otro empleo...
ESTÁS LEYENDO
ABOOK
FanfictionKurapika instaló una aplicación para lectores con tal de evitar las redes sociales, sin embargo, entre los grupos de su autor favorito conocerá un peculiar usuario que lo hará desear salir de casa nuevamente. Ninguna restricción le impedirá que se...