ABOOK

28.- Como fan

— Tú debes ser Killua, es un placer — se presentó el hombre frente al chico sentado en medio de una biblioteca personal — soy Gotoh y voy a ser tu tutor.

— ¿Qué? ¡pero si tú eres el mayordomo! ¿qué carajo? — se quejó Killua al ver a uno de sus sirvientes como su maestro personal.

— Apreciaría que decline el uso de palabras altisonantes durante nuestra sesión, de lo contrario me veré obligado a sancionarlo.

— Esto es una tontería...

— Segunda advertencia, joven Killua. — dijo sacando una moneda de su bolsillo, era una amenaza muy sutil.

— Ya, está bien. Comencemos o lo que sea. — se resignó dejandolo continuar.

— Para empezar, abra su aplicación de lectura de su tableta digital.

— Odio leer... — se quejó en sus pensamientos — esto es tan inútil... — de pronto, sus ojos se abrieron como platos al ver el nombre de la aplicación — ¿Abook?

— ¿Ya conoce la aplicación? — preguntó Gotoh bastante interesado en la reacción del chico.

— No, no lo creo. — contestó Killua entrando en la app — Sí me suena, pero no sé de dónde... — pensó tratando de recordar en dónde había escuchado sobre dicha aplicación ya que siempre estaba distraído con Gon. 

— Revisaremos la bibliografía recomendada para tu grado, primero debes crear tu perfil.

— Esto no podría ser más aburrido... — esta vez la imprudencia de Killua no fué pasada por alto, por lo que enseguida una moneda le golpeó la frente. Ese era el castigo por insultar en clase.

Kurapika regresó al trabajo y continuó revisando la información de los contactos sin dejar de pensar en su escritor favorito.

— York es una ciudad grandísima, me perdería con facilidad, allá vive sólo gente importante, en cambio yo, en este poblado de Kakin, apenas hay torres, edificios jamás he visto. — analizaba.

Más tarde recibió un mensaje que le alegró el resto de la tarde.

"No te angusties, Kurapika, buscaremos la manera de conocernos y te prometo que valdrá la pena, puesto que, sea por un instante, te abrazaré. "

— Probablemente cualquiera diría que le estoy dando demasiada importancia a un fan — pensó Chrollo mientras firmaba autógrafos en el aeropuerto — pero siendo sincero, conozco este sentimiento. — sonrió inconscientemente ganándose el suspiro de más de una chica a su alrededor — No puedo verlo como un fan.