29.- Primer pago

244 47 5
                                    

Dos días después, parecía que la rutina había vuelto a una cierta normalidad, o eso pensaba Leorio al terminar de cocinar por la mañana con la ayuda de un rubio bastante contento.

— ¡Gon, ya está el desayuno! — gritó el jóven de lentes guardando su mandil de cocina pero no recibió respuesta — creo que ya se fué a la escuela. — dijo un poco desilusionado — Han pasado tres días y sigue sin comer bien.

— Ya casi obtengo mi primer sueldo, pero puedo pedir un adelanto. — sugirió Kurapika guardando el desayuno en su lonchera.

— No, tú sigue así, le traeré vitaminas cuando regrese. — Leorio no quería presionar a Kurapika ya que por fin había obtenido un trabajo prometedor — No te estreses, ten un buen día.

Kurapika se despidió y se fué a trabajar, aunque también se sentía mal por la ausencia de Killua y la tristeza de Gon, llevaba dos días haciendo cuidadosas llamadas a su autor favorito desde el teléfono de la empresa ya que su celular personal no le permitía enviarle más mensajes ni llamadas debido a la configuración de seguridad de Chrollo.

Sin embargo, el día anterior se les ocurrió una idea por la que se sintieron un par de tontos al no haberlo pensado antes.

— ¿Una multicuenta? — pensó Chrollo revisando la app de la cuál había sido expulsado — Es verdad, al parecer puedo utilizar otro perfil con datos diferentes y volver a usar todas las opciones.

Chrollo esperaba la llamada empresarial de Kurapika mientras continuaba escribiendo sus pensamientos en papel.

Jamás imaginé que un día sería atraído por el encanto de un ser inalcanzable como tú, que me robas el sueño y me obligas a pensar en ti cada minuto.

No puedo decírtelo, quisiera estar equivocado y no ser imprudente de apagar la tenue luz que le das a mi vida invadida por el vacío y la oscuridad.

Tener lo que tengo, hacer lo que hago no había tenido tanto significado como lo tiene en este momento, si tan sólo pudiera tenerte cerca, te lo diría, te pediría que te quedaras.

Desearía que tu admiración por mí se convirtiera en un sentimiento más fuerte como el que estoy seguro que me está envolviendo fuertemente.

Me veo en la necesidad de escribirlo y grabarlo en mi mente aceptando el problema en el que me has metido.

Lo único que me queda propio es el cuerpo, puesto que mi alma y mi mente te pertenecen.

— Kurapika, estoy impresionado, llevas muy buena relación con los clientes. — felicitó el señor Nostrade en una reunión matutina de sábado.

— Gracias señor Nostrade. — dijo Kurapika inclinándose levemente ante él. — Yo le agradezco a usted la oportunidad, le prometo mantener seguras nuestras relaciones con los clientes, he conseguido afiliar a otros interesados y estamos ganando una buena reputación.

— Sabía que eras diamante en bruto, tomaste una excelente decisión al aceptar ser mi socio, y  nunca olvido a quienes me han ayudado. — sonrió entregándole un cheque con su primer pago de la semana. — Hoy lo haré así, la próxima semana empezarás a recibir los ingresos en tu cuenta bancaria.

Kurapika puso los ojos en blanco al ver la cantidad que había recibido, el puesto tan alto que cargaba ameritaba una cantidad generosa pero aquello superaba sus expectativas.

— Esto... es demasiado... — dijo asombrado por tener el sus manos la suma en dólares con 4 ceros al costado derecho.

— Acostúmbrate, eres el vicepresidente, gracias a ti logramos recibir el doble de inversión esta semana, tus padres estarían orgullosos de ti.

El Kurta volvió a dar las gracias y al finalizar la reunión no vió el momento para tomar el teléfono y llamar a Chrollo para contarle.

Lo sentimos, el número que usted marcó no está disponible o no existe.

ABOOKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora