Capítulo 20

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-Chocolates.

Le di un pequeño manotazo a la mano intrusa de Pansy.

-No saques -le advertí.

-¿Por qué? Tienes muchos.

Guardé los chocolates en un elegante papel blanco y le puse una cinta plateada.

-¿Para quién son? -inquirió, sentándose en mi cama.

-Para mí -mentí.

-Si fueran para ti, ¿para qué los envuelves?

-Porque... porque no me los quiero comer ahora -le expliqué.

Pansy se quedó en silencio unos segundos y me dio una mirada tierna.

-¿Realmente no me puedes dar ninguno?

-No -dije, metiendo los chocolates en el bolsillo de mi capa -Ahora, iré a la biblioteca.

-¿Con Theodore? -me miró coqueta.

-¿Antes era Blaise y ahora Theodore? Basta de emparejarme con los muchachos, Pansy.

-De seguro que los chocolates son para él -me siguió molestando -para celebrar el día del amor.

-Theodore es un muy buen conocido. Y eso del día del amor es una ridiculez.

-También es guapo -añadió.

-Con el tiempo me he dado cuenta que encuentras a todos guapos.

-Pues sí -dice con simpleza.

Yo negué con la cabeza.

-Este famoso día de San Valentín es como cualquier otro para mí, ¿sí? Ni siquiera sabía que existía antes de esta semana, todo Hogwarts se volvió rosa, lleno de invitaciones, flores, cartas de amor. Y te juro que lo encuentro ridículo.

-No es ridículo, es romántico -me corrigió.

-Se supone que se celebra el amor, si dos personas están enamoradas lo lógico es que se celebre todos los días. No deben tener una fecha para decirse que se aman y darse detalles.

-Es cierto, pero... No seas aguafiestas -frunció su ceño.

-No lo soy -corté el tema -Por casualidad, ¿sabes si Draco saldrá con alguna chica hoy?

-Por favor, Astrid, no me menciones a Draco. Sabes que aún me duele la cabeza cuando hablo de él.

Somos dos, Pansy, somos dos.

-Pensé que ya lo habías superado. Bueno, realmente pensé que no era un tema que superar. Tú me dijiste que sabías que a él no le gustaban las novias oficiales.

-Lo sé, pero... es complicado -soltó un suspiro -Pero da igual, no quiero hablar de él. Hoy tengo una cita con un chico guapísimo.

-Entonces, ¿no sabes si Draco saldrá con alguien?

-Ni la menor idea.

-Está bien -le di una pequeña sonrisa de boca cerrada -Suerte en tu cita, Pansy.

-También en la tuya, Astrid -sonríe coqueta.

-¡Que no es una cita! -exclamé al cerrar la puerta.

Miré para ambos lados y pude ver el pasillo despejado. Caminé hacia el lado de los hombres, dirigiéndome directamente a la habitación de Draco. Puse mi oreja en la puerta y no escuché nada, así que con cuidado abrí la puerta. No había nadie. Aproveché la situación y dejé los chocolates sobre su cama, eran bastantes, ya que no estaba segura si él los iba a querer comer, así que le puse hartos para que la tentación fuera más grande.

Donde termina la oscuridad [Draco Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora