Capítulo 10

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*Revisen si leyeron el capítulo anterior. Wattpad no siempre avisa sobre mis actualizaciones*

-No -dije rápidamente.

Draco me quedó mirando furioso.

-Normal, normal... -repitió -¿sabes qué es normal?

-No me voy a meter a eso -le volví a decir.

-¡Tienes que hacerlo!

-¿Por qué? Además, hay muchos niños.

-¿Cuál es el problema? -preguntó Theodore, llegando a nuestro lado.

-Nada que te importe -le dijo Draco y me tomó de la muñeca, apartándome de los demás -Debes de subirte al maldito bote.

-Draco, me da pánico. ¿Y si se da vuelta? No sé nadar.

-Te ahogas y le haces un favor al mundo. Ahora entra ahí -me ordenó.

-No quiero -musité.

Los niños que estaban en el bote me observaban atenta. Yo les di una mala mirada antipática y todos se giraron muertos de miedo.

-Astrid, no te caerás, verás todo Hogwarts por fuera y luego tendrás que ir al Gran comedor para que el sombrero seleccionador te diga tu casa -me explicó Draco con suma paciencia.

-No voy a meterme en eso.

-Ya hazlo -insistió, harto de mí -¿Por qué es tan difícil?

-Draco, no lo haré -dictaminé con decisión -Y te juro que si me obligas a subirme a uno de esos, el bote llegará conmigo únicamente, porque todos esos mocosos estarán ahogados -apunté a la montonera de niños.

-Hay ciertas reglas que debes cumplir en Hogwarts -intentó tranquilizarse - como ir por el bote y no jugar con mi paciencia, Astrid.

-¿Y tú me hablas de reglas? Pensé que no eras esa clase de persona.

-Bueno, hay veces que se deben seguir reglas básicas. Así que te subirás al puto bote, observaras Hogwarts y llegaras al otro lado con todos los mocosos a tu alrededor vivos. Porque no puedes matar a nadie acá, ¿entiendes o es muy complicado de entender para tu demente cabeza?

-¿Y si son sangre sucias? -miré de reojo a los niños del bote.

-¡No! -exclamó Draco, ya desesperado -No puedes matar a nadie, ahora date la vuelta y pone tu trasero en ese bote.

-Está bien -tragué saliva -pero no me culpes si hay un niño menos en Hogwarts.

Me senté en el bote y empezó a andar de inmediato.

-¡Ni se te ocurra, Astrid! -me gritó Draco.

Yo le di una sonrisa mientras el bote se alejaba, y luego miré al niño que tenía al frente. Rubio y con ojos azules, me miraba con pavor.

-Hola -lo saludé.

El niño se pegó a su compañero y yo solté una pequeña risa divertida.

-¡Astrid! -se escuchó otra vez Draco por lo lejos.

Yo lo ignoré. El recorrido fue lento, yo me concentré en el paisaje que realmente era hermoso. Miraba de reojo a los niños con los que compartía el bote, estaban casi en la punta y con cara de pánico. Yo sonreía, me daba gusto verlos así.

Iba a decirles que no les haría daño, pero si empezaba a establecer una conversación con ellos, seguramente llegaría a preguntarles su estatus sanguíneo, y si había un sangre sucia entre ellos, iba a ser mejor que se tirara por el bote y llegara nadando a Hogwarts si quería permanecer vivo.

Donde termina la oscuridad [Draco Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora