Capítulo 22

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-Así que esto es en lo que has estado trabajando... -murmuré con voz pausada.

-Sí... -respondió -eso es.

Observé el armario detenidamente, la verdad es que la idea de Draco era brillante, tanto que me sorprendía, pero no se lo iba a demostrar.

-¿Qué te parece?

-Lento, pero... pero seguro -hice una mueca de conformidad.

-¿Eso es bueno?

-No es mi estilo. Concuerdo que si quieres hacer algo es mejor hacerlo bien, así te tengas que tardar mucho tiempo. Pero creo que podemos ocupar otros métodos para acelerar el proceso.

-Bueno, entre antes arregle el armario, antes vamos a salir de aquí.

Yo asentí. Limpié el sillón que estaba frente al armario y así poder sentarme. Draco se sentó en el suelo cerca de su objetivo.

-¿Y has avanzado o aún nada?

-Aún nada... -murmuró.

-Está bien, yo tendré que leer sobre ese armario -dije, sacando los libros de mi bolso

-No encontrarás nada.

-¿Y así cómo te puedo ayudar, Draco?

-No quiero que me ayudes, ¿lo recuerdas? Solo... solo ve que no falle.

Tuve que apretar mis labios para no rebatirle, para no decirle que lo mejor que podía hacer era dejarme la tarea a mí. Pero creo que a esa altura yo ya tenía asumido que Hogwarts sería mi hogar por unos meses más.

-Entonces haré mis deberes, mientras estoy atenta a que no hagas explotar el armario.

Saqué todo para comenzar a hacer deberes, pero era difícil concentrarme cuando Draco murmuraba cosas. Sé que era parte de todo el proceso de pensar y buscar una solución, pero en serio, ¿no podía hacerlo con la boca cerrada?

-¿Puedes pensar en silencio?

Se giró dándome una mirada asesina.

-No das miedo, eso ya lo deberías saber -le dije de inmediato antes de que intente decir algo.

-¿Vas a seguir igual de fastidiosa, Astrid?

Ja, yo fastidiosa.

-Draco, que te vaya ayudar no significa que olvide lo que me hiciste. Así que no esperes que mi actitud cambie radicalmente contigo.

Él sonrió.

-¿Lo que te hice? -inquirió.

-Sí.

-¿Qué? ¿Intentar robarte tu primer beso? -preguntó en un tono divertido.

Mis mejillas enrojecieron, así que guardé rápidamente mis cosas y me paré, no iba a dejar que Draco me humillara nuevamente, antes lo mataba yo misma.

-Era broma -dijo, parándose del suelo.

Yo no lo tomé en cuenta, seguí caminando, pero él tomó mi brazo con fuerza para detenerme, de inmediato dejó de ejercer presión.

-En serio, era broma, ¿está bien?

-Di que lo sientes -le exigí.

-¿Qué? -me miró desentendido.

-Di que sientes haberte comportado como un idiota conmigo, Draco, discúlpate.

Su rostro se llenó de indignación.

-¿No eras tú la que querías llevarte bien conmigo para así manipularme?

Yo me quedé en silencio, tal vez tenía razón, pero de todas maneras yo sí tenía un buen motivo. Él no. ¿Para qué hizo eso? ¿Con qué otro fin además de humillarme llegó a esos límites? Tal vez para elevar su ego.

Donde termina la oscuridad [Draco Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora