Capítulo 38

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No tenía tiempo. Mis días se dividían en ir a clases, hacer deberes, poner en su lugar a chicos que parecían no entender, tener reuniones con los Carrow y estar con Draco. Para mí estaba bien, no necesitaba hacer otra cosa, además estar con Draco era mi momento para desestresarme, para dejar que él me hiciera sentir mejor.

De todas maneras, cuando Daphne después de clases me pidió que le ayudara a Astoria en Artes Oscuras, no fui capaz de negarme. Tal vez era porque Pansy estaba a su lado y aún me seguía sintiendo culpable por ocultar mi romance Draco.

Observé a Astoria detenidamente, había algo en ella que me llamaba a observarla. Algo que me daba curiosidad, algo que estaba escondido en ese cabello castaño y ese rostro terso que tenía acomodado finos rasgos. Algo que se asomaba por sus ojos y yo quería alcanzar, pero no hallaba como estirar mi mano.

Habían temporadas donde veía a esa chica llena de vida, riendo fuerte y mezclándose entre la multitud. Pero habían otras donde estaba callada, ojerosa y con un rostro enfermizo que no parecía querer darle tregua.

-Supongo que ahora es un poco más fácil para ti -comenté.

-En realidad no. Sé que debería estar acostumbrada a este mundo, soy sangre pura, pero jamás he visto la violencia, ¿sabes? Ni dentro de mi casa ni fuera. Así que es algo abrumador ver como torturan a alumnos... Sea correcta la razón, no deja de darme vértigo.

-Te acostumbras, Astoria. Sobre todo si tienes claro la razón por la que están ahí. Los castigos jamás serán injustos.

Ella sonrió con un poco de pesar.

-¿También eres buena en adivinación? Eso me comentó mi hermana.

-Sí.

-Wow, me gustaría ser como tú en ese aspecto. Tu inteligencia me impresiona.

Le sonreí de manera amigable.

-Necesitas perseverancia y cerebro. Tienes uno, te falta lo otro.

-Hay cosas que simplemente no me entran aunque lo intente. Te lo juro, es que... ya sabes, hay que estudiar constantemente, y hay algunos días donde no tengo ganas de absolutamente nada.

-¿Por qué?

-Todos tenemos días buenos y días malos -respondió ella después de segundos de silencio -En fin, a lo que quería llegar era si me podías enseñar adivinación. No sé por qué tomé ese electivo, pensé que sería fácil, pero me equivoqué.

Respiré profundo y terminé asintiendo.

-Sí, me haré un tiempo.

-Bien, me avisas.

-Sí.

-Gracias por todo, en serio. Te debo una.

Ella en realidad me iba a deber mucho más que una, y en ese tiempo ya lo sabía con tan solo mirarla.

Me paré de mi asiento y recorrí la biblioteca para salir de ahí. Pero justo cuando iba saliendo, Theodore iba entrando. No bajé la mirada, mi mirada quedó fija en él demostrándole que aún estaba sentida y que mis últimas palabras iban en serio. Vi que tuvo la intención de acercarse, pero por alguna razón, tal vez al ver mi rostro, supo que no era correcto, alejándose de mí.

Llegué a mi sala común, estaba vacía excepto por Daphne y Pansy. Quería pasar de largo, pero Daphne rápidamente me llamó para que me acercara a ella. Un poco incómoda por la situación fui a sentarme.

-¿Qué tal te fue con Astoria?

-Va mejorando -admití -Tampoco tanto, pero algo es algo.

-Es bueno saberlo

Donde termina la oscuridad [Draco Malfoy]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora