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Jeongguk arrugó la nariz cuando el perfume –según él demasiado dulce– de Hoseok inundó su nariz, y un suave estornudo fue la consecuencia final.

Hoseok sonrió por la acción, terminando de perfumar a Jeongguk.

— ¿Terminaste? —Jeongguk preguntó, un poco cabreado de tener que aguantar más de una hora a Hoseok cambiando su atuendo y ahora vertiéndole ese dulce perfume.

Hoseok y Yoongi lo habían ayudado con su apariencia ya que hoy iría a una entrevista de trabajo y luego llegaría lo que Jeongguk más esperaba:

Por fin conocería a Dakho.

Más bien, Dakho lo conocería a él. Jimin y él acordaron juntarse hoy en su casa, lo presentarían como un amigo de Jimin y pasaría la tarde con Dakho.

Estaba muy nervioso, ya había estado en contacto con el niño, pero hablar con él sería algo completamente distinto, y ya lo ansiaba con furor.

—Eres un quejica. —Murmuró Hoseok y alisó una arruga en el saco de Jeongguk, caminó unos pasos hacia atrás y se paró junto a Yoongi, que miraba la situación en silencio mientras se comía una mandarina. — Estás listo. Joder, te dejé incluso más guapo, soy increíble.

Yoongi asintió, —Por supuesto que lo eres. —Susurró y besó la mejilla de Hoseok. — Debemos irnos ya si quieres llegar a tiempo.

Jeongguk asintió y tomó todas sus cosas, el trabajo no era el mejor del mundo. Si por él fuera lo descartaría completamente, pero al ser un ex convicto lo mejor que pudo hallar fue en esa constructora donde debería ser el tipo que haga soldaduras, entre otras operaciones. Durante sus años en la cárcel se le permitió el estudio, y realizó varios talleres de ensamblaje, aunque también hizo unos cursos de administración, pero por supuesto que nadie en una empresa lo contrataría, de eso estaba seguro.

Los tres salieron de la casa y entraron al auto de Yoongi, en el camino fueron aconsejando a Jeongguk sobre cómo comportarse o responder, y aunque Jeongguk ponía los ojos en blanco y solo asentía a cada sugerencia, sabía que el motivo de esa conversación se debía a su inexperiencia con el mundo fuera de las rejas. De todas formas lo agradecía, hasta le habían prestado un bonito y formal traje para poder presentarse de manera correcta.

—Me llamas cuando estés listo. —Yoongi dijo, entregándole a Hoseok su carpeta de trabajo.

Hoseok asintió y se echó al hombro su mochila, —Hoy harán una reunión con todos los profesores, lo más probable es que demore un poco. —Yoongi asintió y se inclinó hacia su novio, le besó lo labios y se volvió a su asiento. — Nos vemos. Suerte, Gguk.

Jeongguk le sonrió, —Muchas gracias, la voy a necesitar.

—Oh por supuesto que no. —Hoseok dijo y bajó del auto, cerrando la puerta y agachándose para mirar a Jeongguk y sonreírle. — Lo obtendrás, es tuyo como que llamo Jung el más caliente Hoseok.

(...)

Al parecer Hoseok no era el más caliente.

Eso era lo único que pensaba Jeongguk al salir de su entrevista que había ido... bueno, sabía que no lo llamarían.

La mirada del hombre al leer que había estudiado de libros y un pequeño taller sobre la soldadura en la cárcel pudo haberle hecho gracia si no necesitara tanto el trabajo. Joder, adaptarse le estaba costando más de lo que pensó.

Ya había salido desde hace más de una semana, y sabía que probablemente estaría meses sin trabajo, y eso lo desanimó por completo. Él necesitaba el dinero, no quería depender siempre de sus amigos, quería un trabajo para poder arrendarse un lugar y tal vez comprarse un auto viejo, lo que fuera para sentirse independiente, para sentirse suficiente para Dakho.

𝐉𝐀𝐈𝐋 •*ᵎ GgukminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora