Jeongguk no entendía muchas cosas en la vida, aún le costaba dejar ir su coraza que había construido durante años, y por mucho tiempo luchó para entender que donde estaba ahora mismo, es donde merecía estar.
Aún habían días donde se preguntaba por qué había tenido la vida que tenía, o por qué su madre nunca volvió a contactarlo. Jamás dejó de pensar en ella, aunque ahora solo era un sentimiento efímero que no lograba lastimarlo. Jeongguk entendió después de años despertando en medio de la noche y siendo envuelto por lo brazos de Jimin, después de años de sesiones con una psicóloga, que estaba bien tener una buena vida, y que, de hecho, esa vida era suya y la merecía completamente.
Fue entonces que pudo dormir tranquilo, y despertar sin sentirse culpable de hacerlo. Pudo mirar a su hijo y sonreír por tenerlo cerca y no creer que él arruinaría sus vidas. Definitivamente Jimin le hizo entender que se merecían el uno al otro. Así que se prometió a sí mismo cuidar lo que tenía, una vez casi lo perdió, cuando cayó ante las palabras de una mujer que buscaba envenenar su vida; pero ahora nadie podía meterse en su cabeza para confundirle o jugarle una mala pasada. Excepto Yoongi, quien no pagaba de hablar -o chillar, según Jeongguk- sobre que un ramo de rosas sería más lindo y romántico que un ramos de tulipanes blancos.
—En serio, Gguk, te está hablando el Dios que logró conquistar a Hobi con una buena labia, un chicle rancio en el bolsillo y mucha fe.
Jeongguk lo miró arrugando sus labios, —Y es justamente por eso que tu opinión no cuenta.
Yoongi bufó y se cruzó de brazos. —Para qué demonios me pides que te acompañe entonces. —murmuró y Jeongguk pagó los tulipanes, sonriéndole a la joven cuando le dio el vuelto y ambos salieron de la tienda. Sus hombros dolían después de una tarde en su trabajo, era el mejor que había encontrado sin tener sus estudios terminados, y aunque Jimin le insistió por mucho tiempo en ir a la universidad, la verdad era que Jeongguk era feliz trabajando en una constructora, había aprendido muchas cosas y se rumoreaba que pronto lo ascenderían a jefe de turno, lo cual era un gran logro para él.— ¿Y para qué le compras flores de todos modos?
— ¿Cómo demonios es que Hoseok sigue contigo?
Yoongi sonrió, —Tengo mis encantos. —se encogió de hombros.— Por cierto, agradécele a Taehyung cuando lo veas, Hoseok ha estado muy feliz desde que iniciamos con la adopción.
Jeongguk asintió con una sonrisa, — ¿Aún te niegas a hablarle solo porque Hoseok lo encuentra atractivo?
—Eso fue directo a mi ego. —se defendió y Jeongguk soltó una risa, sin poder entender como es que Yoongi sentía celos de Taehyung, siendo un hombre casado.
Aunque siempre que se reunían ellos terminaban riendo después de un par de tragos. Jeongguk descubrió que los tres se llevaban bastante bien, y de vez en cuando Hoseok, Seokjin y Jimin salían juntos, lo cual era genial. Jeongguk amaba que Jimin se rodeara de buenas personas, no aquellas que por mucho tiempo le hicieron la vida un infierno, pero ahora ya todo estaba bien. Ambos lograron encontrar trabajo, su hogar era cálido y había tanto amor entre medio que Jeongguk creía que podría vivir mil años más y aún así no ser suficiente.
—Ten. —Yoongi le entregó unos papeles una vez llegaron a su carro y Jeongguk los tomó con su mano libre, los inspeccionó por encima y asintió.— Gracias, Gguk.
Jeongguk le estrechó la mano y asintió con una suave sonrisa. —El lugar quedará genial.
Yoongi aspiró aire, —Un restaurante propio... Ya suena bastante genial para mí. —asintió antes de esbozar la sonrisa y se despidió finalmente. Jeongguk caminó a su camioneta que usaba para el trabajo y condujo hasta casa, dentro de unos días comenzarían con el nuevo proyecto, el cual era el futuro restaurante de Yoongi que estaría situado en Gangnam y el cual sería un rotundo éxito, de eso todos estaban seguros. Habían esperado años para ese momento, Yoongi rechazó todas las veces que Jimin se propuso a prestarle el dinero, y cuando por fin logró juntar toda la suma, contrató de inmediato a la empresa de Jeongguk para comenzar con el proyecto.
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𝐉𝐀𝐈𝐋 •*ᵎ Ggukmin
Fanfiction*•.* ↳ Jeongguk es un exconvicto y Jimin el padre adoptivo de su hijo. Jeongguk nunca lo tuvo fácil, menos siendo padre soltero. Pero cuando cometió un error y tuvo que pagar por ello, su vida se derrumbó. La cárcel fue su destino y dejar a su hijo...