𝐉𝐀𝐈𝐋 •*ᵎ Ggukmin

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Jamás creyó volver a verla.

Lo primero que notó fue que su cabello largo azabache ahora estaba cubierto de canas blanquecinas, que sus ojos grandes lucían con párpados caídos y que sus labios decaían en arrugas que la hacían lucir aún más amargada de lo que ya lucía hace seis años atrás, cuando fue la última vez que la vio antes de la salir del que fue su hogar con un bebé de tres días de nacido, solo, angustiado y esperando que ella le detuviera, que le demostrara que lo amaba.

No lo hizo.

Ella jamás lo hizo.

Así que cuando se sentó en aquel estrado y comenzó a hablar de las malas juntas de Jeongguk, de cómo siempre se metía en problemas en la escuela, de que no le sorprendió cuando cayó en la cárcel o que estaba feliz de que él se fuera de su vida, no le sorprendió. Más le sorprendió el hecho de que su corazón se haya estrujado tanto que soltó lágrimas llenas de ira mientras veía a la mujer que lo dio a luz despreciarlo y sentirse avergonzada de tenerlo como su hijo.

E incluso ahora, mientras se enrollaba entre las sábanas en la oscuridad de la noche, aun no podía recomponerse del todo. La primera audiencia había sido un completo desastre, Jimin había quedado expuesto como un padre inestable emocionalmente y eso no era nada bueno para el veredicto final, aunque la fecha de la segunda audiencia sería dentro de dos semanas, tiempo suficiente para que Taehyung preparara todo a la perfección, Jeongguk estaba seguro que serían días tortuosos para Jimin, así que se preparó toda la audiencia para mantenerse firme solo para él.

Pero ella apareció y lo destrozó por completo.

La jugada de Hanuel había sido sucia, había excavado en su vida para buscar la manera más cruel y baja de destrozarlo. Y lo había logrado.

Y ahora se sentía tan débil, escondiéndose de Dakho en la habitación para que no lo viera, alejándose de Jimin para que no viera que él también sucumbía de vez en cuando a la tristeza. Luego de pasar por Dakho y llegar, se había encerrado todo el día en la habitación, mirando un punto fijo sin saber cómo es que había mojado más de la mitad de la almohada con sus lágrimas que caían silenciosamente hasta esparcirse sobre la tela. Odiaba sentirse así, odió volver a verla, y aún más, odió que ella tuviese el mismo efecto que tenía en él.

"Es un niñato irresponsable, preñó a una niña y luego dejó al niño tirado en la bañera por días, sin comida ni agua".

Jeongguk quiso gritar por las mentiras que decía. Y cuando Taehyung le entregó el certificado de nacimiento al juez donde salía su nombre como el padre biológico, explicando que Dakho debía mantenerse cerca de su propia sangre, había sido un buen punto a favor, incluso si su madre se esmeró para dejarlo como el peor padre del mundo. Era un jodido adolescente, al menos él tenía esa excusa, ¿cuál demonios era la excusa de ella para ser la madre de mierda que fue?

Agradeció que su padre no se haya aparecido, porque verlo a él no le hubiese causado ni una pizca de tristeza. Más bien hubiese hervido en ira y tal vez se le hubiese lanzado encima para golpearlo como tantas veces él hizo con Jeongguk.

Un suave golpe en la puerta lo hizo pestañear, sin saber cuánto tiempo había estado mirando la pared blanquecina.

—Gguk. —Jimin murmuró, dejando que la luz se colara por la puerta y haciéndolo cerrar los ojos, sintiendo el dolor en ellos luego de haber estado toda la tarde en oscuridad— He preparado la cena, ¿Quieres bajar a comer o prefieres que te la traiga aquí?

Definitivamente se sentía un idiota, exponiendo a Jimin a este tipo de situaciones, pero no podía evitarlo, no tenía las fuerzas para levantarse y seguir con su vida. Solo necesitaba recaer por un día y tal vez mañana volvería a fingir que todo estaba bien.