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Apenas se bajaron del auto, Jeongguk cerró sus ojos por el golpe lumínico cuando el sol brillando en su máximo esplendor le cegó, sin embargo pestañeó un par de veces antes de acostumbrarse, usando su mano en su frente para ayudarse.

Entonces miró frente a él, y sus ojos se agrandaron como dos bolas brillantes, mirando con admiración el mar brillando como si fuese oro combinado con arena fina que calentaba sus pies.

Estaba en la maldita playa después de cinco años encerrado en una celda.

—Me pregunto quién está más emocionado aquí. —Jimin dijo cuando llegó a su lado, cargando a Dakho en sus brazos que miraba de la misma manera que Jeongguk todo el lugar.

Jeongguk miró a Jimin con una sonrisa, —Hace años que no pisaba este lugar.

—Entonces hagámoslo el mejor día de nuestras vidas.

Ambos se sonrieron con complicidad antes de que Jimin dejara a Dakho en el suelo, quién se movía con energía sobrecargada.

Jeongguk se agachó hasta él y le sonrió, — ¿Corremos al mar?

— ¡Si!

Sin hacerse esperar, Dakho corrió con sus regordetas piernas hacia la arena, llenando sus sandalias de arena pero eso no pareció detenerlo. Jeongguk le siguió de inmediato y no tardó en llegar a su lado, levantando y volándolo por el aire mientras Dakho reía.

Jimin miraba la escena más que encantado, viendo como Jeongguk corría con Dakho en sus brazos hasta llegar al mar y lanzarse ambos, mojando sus ropas que pareció no importar para ninguno cuando lucían tan ensimismados en jugar en el agua, Dakho corriendo hasta ser alcanzado por Jeongguk y elevado nuevamente en el aire.

Aquella escena era todo lo que Jimin siempre imaginó, aun podía recordar la vez que fue a la playa con Chanyeol, quien estaba más preocupado por su temporizador para un buen bronceado que jugar con su hijo. Aunque claro que para ese momento Jimin estaba demasiado enamorado para notar como Chanyeol se mensajeaba con Baekhyun durante toda la salida, pero ahora que Jimin miraba hacia atrás veía todas las obviedades que antes ignoró. Y gracias a Dios que ya no seguía en aquel lugar, porque ahora mientras estaba apoyado en su carro y veía como Jeongguk nadaba con Dakho en su espalda, siendo utilizado casi como una tabla y la cara de Dakho lucía no solo emocionada, sino también ilusionado y extremadamente feliz, Jimin supo que este era su lugar. Sonrió con un suspiro cuando lo supo, tan cierto, tan real y profundo que le asustaba por completo.

Jimin se hallaba irremediablemente enamorado de aquel hombre de brazos fornidos que nadaba con su hijo.

Se había enamorado de Jeon Jeongguk.

Aquel hombre que había llegado de improvisto, cuando la vida de Jimin desprendía en grises y dolores de cabeza, cuando esperaba a que Dakho callera en sueño para encerrarse en su habitación y llorar, gritar con una camiseta metida en la boca por la rabia e ira que le carcomía al pensar en lo tonto que había sido al estar con Chanyeol. Pero eso era el pasado ya, ahora su corazón latía con fuerza, ardía su piel por el toque de Jeon Jeongguk y sus labios susurraban su nombre en sueños.

Jimin se había enamorado profundamente de aquel hombre con pasado peligroso, con un sinfín de historias y muchos secretos. Y Jimin quería saber cada uno de ellos, quería enterrarse en la piel de Jeongguk y quedarse ahí para siempre, y quería que Jeongguk hiciera lo mismo con él. Ambos se pertenecían, en cada caricia, cada mirada, cada beso y suspiro.

Y por la manera en que Jeongguk miró hacia Jimin y le saludó con Dakho en sus hombros, supo que había sido lo mejor que le pudo haber pasado. Así que sonrió hacia él sin saber si Jeongguk le veía por la lejanía y le saludó de vuelta, negando con aun la sonrisa en su cara antes de girarse para sacar las cosas del carro. Se había preparado correctamente para tener la mejor de las comodidades, y ver a Jeongguk como un niño pequeño disfrutando tanto como Dakho derritió su corazón.

𝐉𝐀𝐈𝐋 •*ᵎ GgukminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora