𝐉𝐀𝐈𝐋 •*ᵎ Ggukmin

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—Quisiera hacerle unas preguntas a Park Chanyeol, su señoría.

El juez dio la aprobación y Chanyeol caminó hasta sentarse en el estrado, inclinándose al micrófono para saludar al juez y dar su juramento.

Jimin se mantuvo jugando con sus manos mientras veía el suave caminar de Taehyung frente a Chanyeol. Sin poder evitarlo se giró a mirar a Jeongguk, quien aún tenía un suave morado en su ojo. De solo pensar en esa noche, donde vio a Jeongguk llegar ensangrentado y sosteniendo sus costillas, podía sentir el miedo y la desesperación que sintió.

Taehyung le explicó todo y terminó curando a Jeongguk sin mencionar nada, aún con el nudo en la garganta por verlo en ese estado.

"Deberías haber visto a los otros tres". Jeongguk había dicho, soltando un quejido cuando Jimin limpió su herida de la sien.

Podía ver todas sus heridas, la hinchazón en su ojo y costillas; aún con todas esas heridas, Jeongguk no dejaba de sonreír, diciendo una y otra vez que todo estaría bien. Y por primera vez, Jimin vio honestidad en esas palabras, así que decidió confiar en ellos, aunque le pidió a Jeongguk no volver a arriesgarse de esa manera jamás.

"Si algo te sucede, yo..."

Jeongguk había tomado su nuca con sus hinchados y trémulos dedos y lo miró a los ojos, "Te prometo que nada malo volverá a suceder".

Jimin respiró hondo y asintió, dejándose caer en sus brazos, completamente confiado en que Jeongguk hablaba con la verdad. Fue la primera vez que lo había visto en ese estado, y creyó qué tal vez en la cárcel -incluso antes de eso-, Jeongguk había pasado por peores situaciones. Ahora sabía un poco más de su vida, lo que fue su infancia y como tuvo que huir de un hogar en el que evidentemente sufría de violencia.

Sabía que todas esas experiencias habían hecho a Jeongguk ser la persona que era hoy, el hombre más fuerte que alguna vez vio. Pero no podía evitar sentir dolor al pensar que la persona que tenía su corazón por completo, había pasado por tanto, y solo.

Se prometió a sí mismo mientas lo veía dormir y acariciaba sus heridas, que nunca volvería a estar solo.

Jeongguk le guiñó el ojo, luciendo de buen humor como había estado las últimas dos semanas. Jimin no había querido involucrarse de más en el asunto, pero bien sabía que Taehyung tenía en su poder contratos, comprobantes y papeles que involucraban a su madre, y sabía que se trataba de la violencia que ejerció en Jeongguk.

Aquello le hacía sentir un dolor inmenso en el fondo de su pecho, porque después de todo, ella se supone que debía ser la mujer más importante de su vida. La misma mujer que ahora miraba con ojos grandes y profundos en ira a Taehyung, quien había compartido un par de palabras con ella antes de entrar a la audiencia. Jimin no sabía de qué habían hablado, y tampoco le incumbía, pero por la manera en que ella le miraba, parecía que no era nada bueno.

— ¿Ha ido usted a ver a su hijo, Park Dakho, dentro del último mes?

Jimin no dejaba de impresionarse de la voz tan apaciguada con la que Taehyung hacía sus preguntas, el barítono en su tono dejaba en evidencia su seguridad y el hecho de que si había alguien autoritario en la escena, definitivamente sería él; sin embargo, el suave cosquilleo que dejaba, casi como susurros, más la lentitud al decir sus palabras, entregaba una calma que llevaba a querer contarle todos los secretos. Era simplemente impresionante lo bien trabajado que tenía su timbre de voz para usarlo a su favor.

—No. —Chanyeol respondió, apoyando su brazo en el respaldo, demostrando comodidad y confianza, incluso si había admitido no ir a visitar a su hijo.

— ¿Podría decirnos el motivo?

Chanyeol miró detrás de Jimin, y este intuyó que a quien miraba era a Jeongguk.