Resistencia #2

Capítulo 27

Los gritos de Aradia se podían escuchar por todo el lugar. Nilo estaba furioso, quería sacarla a ella y a todo su grupo, no los quería en la resistencia.

— ¿Te estas escuchando? — Preguntó Aradia gritando. — Es Sam, jamás te lastimaría. Él te salvó. ¿Así es como se lo agradeces? ¿Tratándolo como un maldito prisionero?

— No le hables así, Aurora no tiene la culpa. — Dijo Nilo.

— ¿O si no qué? ¿También van a encerrarnos?

— Si es necesario. — Respondió Abel.

— ¿No vas a decir nada? — Preguntó Nahama mirando en mi dirección.

En la oficina de Kate, estaban Nilo, Abel y Kate, de mi lado, mientras Nahama, Zaril y Aradia permanecieron del lado contrario.

Reclamando la situación de su amigo Sam, los entendía en serio, pero las actitudes de Sam tenían que parar, ya no me gustaba su comportamiento.

Quizás podía soportar muchas cosas por alguien, pero cuando llegaba a mi límite ya no lo permitía más, había superado mi límite.

No iba a dejar que nadie cuestionara mis acciones, mucho menos controlarlas. Era dueña de mi vida y mis decisiones.

— Sam estaba teniendo comportamientos tóxicos. No es algo que iba a permitir. — Respondí. — Estoy agradecida con él y con ustedes, pero no vengan aquí a reclamar una deuda. Yo no les debo nada, la ayuda fue mutua sin mi tampoco estarían aquí. No pienso actuar en su contra, pero no esperen que me quede cruzada de brazos cuando me atacan.

— Sam solo está preocupado por tu situación. — Intervino Zaril. — Si estaba paranoico, pero solo quería cuidarte.

— Zaril se que Sam es tu amigo, lo entiendo, pero sus acciones hablan por él. —Respondí. — No solo es agresivo con mi gente, también es controlador e invasivo. Tengo una misión y no puedo dejar que nada se interponga.

— ¿Puedes confiar en estas personas? — Preguntó Aradia.— Quizás ellos sean malos pero no lo recuerdas.

— No voy a permitir que hables mal de mi gente. — Respondí enojada. — Si no están conformes en este lugar son libres de irse, Sam podrá ir con ustedes. Si deciden quedarse es bajo las condiciones de la resistencia.

— ¿Después de todo lo que pasamos? ¿Nos vas a dejar como prisioneros?

Las preguntas de Nahama me estaban cansando, jugaba a ser la víctima pero empezaba a creer que era todo fingido ¿Hasta donde conocía a estas personas?

Luzbel tenía razón en muchas cosas, pero la primera era dudar de la gente que se victimiza, esas o las fáciles de manipular, ella decía que esa clase de personas eran las peores.

— Estoy siendo muy clara Nahama, si les gusta se quedan sino con gusto pueden irse.

— Sabía que no podíamos confiar en tu palabra. — Dijo Aradia con asco.

— ¿Entonces por qué me siguieron? ¿Por qué estar con alguien en quien no confías? — Pregunté. — Salvo que siempre tuvieras claro que yo solo era un medio para un fin. Nunca fui su aliada, solo fui su escape. ¿Cierto?

— Aurora...  — Intentó hablar Zaril.

-— ¿Cuánto sabían sobre mi? Y no quiero mentiras. — Ninguno me respondió, Zaril bajo su cabeza, era todo lo que necesitaba para confirmar.

Ellos siempre supieron quien era, fingieron desconcierto sobre mi, pero que idiota claro que me conocían. Era una figura publica, la razon de la conexión en ambos mundos, todos sabian sobre mi.

Confié en ellos y me fallaron, fingieron ser aliados solo para usarme.

— ¿Por qué no dijeron la verdad una vez que ella los ayudó? — Preguntó Abel.

— Ella iba a dudar de nosotros y de nuestra lealtad hacia ella. — Respondió Nahama.

— Hago mucho más que dudar. — Dije con una risa sarcástica. — Saben ahora todo tiene sentido, quizás ellos sean aliados de la fosa.

— No. — Zaril respondió de inmediato.— No tenemos nada que ver con ellos.

— ¿Cómo puedo confiar en su palabra?- Dije seria. — ¿Acaso algo de su historia es real?

— Todo fue real, solo omitimos detalles. — Respondió

— ¿Qué detalles? — Pregunté confundida.

— Bueno lógicamente todo Aurora no estás prestando atención, son unos mentirosos. — Dijo Nilo.

— No creo que se refieran a esos detalles Nilo. — Interrumpió Kate. — ¿En qué problema están metidos?

Aradia está tenso, y nego mirando a Zaril.

— Tienen que saberlo. — Dijo Él.

— No te atrevas Zaril, lo juraste. — Aradia lo enfrentó.

— No estábamos en Shahar por nuestra historia, estábamos ahí por la fosa. — La voz de Nahama nos sorprende, pero lo peor fue que los nombrara a ellos.

— ¡¿La fosa los quiere muertos?! — Gritó Nilo

— Creemos que estuvieron en la cabaña por nosotros, no por Aurora.

— Nahama basta deja de hablar. — Dijo Aradia.

— Ellos tienen derecho a saberlo.

— Por supuesto que tenemos derecho a saberlo. — Dijo Nilo. — Unos enfermos psicópatas nos están siguiendo por su maldita culpa. Pude haber muerto en ese lugar.

— Pero no lo hiciste. — Respondió Aradia.— Zaril te salvo el culo y lo hirieron por tu culpa.

— ¿Mi culpa? Esos enfermos estaban ahí por su culpa, lo minimo que tenia que hacer es ser mi escudo humano.

— ¡Basta! — Interrumpí la pelea. — Llamen a los generales, que los mantengan en custodia, en celdas separadas.

— ¿Es broma? — Preguntó Zaril.

— No confío en ustedes, es un asunto de gravedad que hablaré con mi gente. Cuando tengamos una decisión los llamaré.

Una vez que los sacaron, me puse al tanto con Kate y los chicos, toda esta situación me dejó confundida parecía un mal chiste.

Los chicos de la elite terminaron siendo mis únicos aliados reales, incluso aunque intentaron matarme, eso era triste.

Nick entró interrumpiendo nuestra reunión.

— ¿No fui clara? Nadie puede pasar. — Dijo Kate.

— Es una emergencia.— Respondió Nick.

— ¿Qué pasó? — Pregunté alarmada.

— La unidad roja tiene dos rehenes. Ellos son peligrosos pero dicen conocerla.

— ¿A mi? — Pregunté confundida a lo que él asintió. — ¿Quiénes son?

— Ziara y Gael, dicen que tiene información importante, no quieren hablar con nadie que no sea Aurora.